Que por mayo, era por mayo

cuando hacía la calor, dice el poema de Góngora. Nada más alejado del mayo que hemos tenido en Asturias, que hacía más presente que nunca el refranero español con su Hasta el cuarenta de mayo no te quites el sayo. Pero no he venido a hablar del tiempo ni de refranes sino de lo que dio de si en cuanto a lecturas.
Mujer leyendo, de Henri Matisse
La hija de la española, de Karina Sainz Borgo. En esta entrada daba mi opinión

la desaparición de Stephanie Meier, de Joel Dicker. De vuelta al thriller con esta novela en que como hizo ya en La verdad sobre el caso Harry Quebert, el mundo editorial, esta vez centrado en el sector de los periódicos y revista además de los críticos literarios, actua de trasfondo de la narración.  Aunque resulta muy entretenida, confieso que unos días después de haberla leído tuve que hacer un esfuerzo para recordar de que trataba. 

La tristeza de los ángeles, de Jón Kalmann Stéfffanson. Segundo título de la llamada trilogía del muchacho; ya hablé en el blog de Entre cielo y tierra.  Ahora, el  muchacho tiene que abandonar Lugar para acompañar al cartero. De nuevo el  paisaje y el clima hostil  así como el blanco del hielo y la nieva son grandes protagonistas, lo mismo que la pérdida; también de nuevo, un lenguaje poético que exige una lectura morosa

La dependienta, de Sayaka Murata. No leo demasiada literatura japonesa aunque me gusta su forma especial de narrar. En esta breve novela (algo que suele ser característico, excepto quizás en el caso de Murakami) la protagonista es feliz con su trabajo por horas como dependienta en una tienda que permanece abierta las 24 horas. Sin embargo, el resto de su familia y sus amigos no entienden que no tenga una vida "normal" ¿o deberíamos decir convencional?
  Me hizo pensar en otros protagonistas que tampoco actuan como esperan el resto de personas y deben pagar por ello. Pienso en El extranjero, de Camus y en El segreto de Lucca, de Silone

Papel y tinta, de Maria Reig. Aquí explicaba el porqué   de mi abandono. 

Pietr el letón (Los casos del comisario Maigret), de George Simenon. Entre la mención que hizo a las novelas de Maigret Domingo Villar cuando estuvo en Oviedo presentando El último barco y un artículo en el blog Elemental en que decía que este personaje era la gran asignatura pendiente para los españoles, me decidí a leerlo.  Además, Acantilado está reeditando los casos del comisario.

El doble secreto de la familia Lessage, de Sandrine Destombes que protagoniza esta entrada negra.

Y por los pelos, casi cuando acababa el mes terminaba La novena hora, de Alice McDermott. Habia leído ya Alguien,  tambien publicado  por Libros del Asteroide y me había gustado mucho. No puedo decir lo mismo de esta otra novela; quizás por eso  la tuve casi todo el mes entre las manos, alternando su lectura con el resto de libros citados. Aquí está el enlace a la página de la editorial

Estos son los libros que ahora tengo entre manos:


Y estos, los que me traje de la biblioteca en un ataque de lujuria lectora:






¡Buenas lecturas!

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