Después de un largo parón retomo el blog y las entradas que tengo entre manos desde hace ya varios meses. Pero mientras intento darles formas, rompo el silencio haciendo un repaso a mis lecturas primaverales; quizás alguna os sirva como sugerencia para leer estas vacaciones.
Si en la anterior entrada dedicada a mis últimas lecturas decía que había sido un invierno con poca letra, la primavera y principio del verano no han sido mucho más pródigas en lecturas. Como me sucede siempre que paso por periodos difíciles el ritmo lector disminuye y la mayor parte de los títulos se corresponden con el género negro.
Comencé la primavera
saldando una deuda con una escritora asturiana a la que conozco desde antes de
que comenzase a escribir pero de la que, no se por que motivo, aún no había
leído nada. Se trata de Pilar Sánchez
Vicente y su libro, Mujeres errantes.
Como en todos los libros de Pilar, las protagonistas son mujeres, mujeres fuertes, y el escenario, o uno de ellos, en el que transcurre la historia es Gijón. Las protagonistas en este caso son tres, Greta, escritora de tendencias autodestructivas, su madre Eloína y la que para mí es el mejor personaje de la novela, La Chata, antigua pescadera de Cimalavilla. Sus historias que son también las de las mujeres que tuvieron que sobrevivir a la guerra y enfrentarse a la emigración, se entrelazan con la de un cura, Guillermo, amigo de La Chata a quien le escribía con asiduidad desde su misión en Nicaragua, compañero de Gaspar García Laviana.
También yo la recomiendo a todos aquellos que estáis cansados de las novelas negras al estilo del mainstream, y que nos bombardean desde los estantes y escaparates de las librerías. No creo que os decepcione.
Llegó mayo y con él el momento de abordar la nueva novela de Ana Lena Rivera que deja de lado a nuestra investigadora Gracia San Sebastian para enfrentarse a una historia muy diferente. Las herederas de la Singer está ambientada en las cuencas mineras –exactamente en la del Caudal – y narra la historia de una saga de mujeres, todas ellas unidas por una máquina de coser. En otra entrada hablaré con más detalle sobre este libro.
Sangre Turbia, de Robert Galbraith; traducido por Gemma Rovira Ortega, el último título publicado de las aventuras de Cormoran Strike y su ahora socia. Esta vez ahonda en lo personal ya que una parte importante de la historia está centrada en la enfermedad de la tía de Strike así como en el intento de alguno de sus hermanos para que participe en una reunión con su padre.
Estos libros no me dejan una gran huella pero si me permiten pasar un rato muy agradable –este, como el anterior, desprendía un aire agathacristhiano que me gusta- y estoy segura de que cuando se publique el próximo ´´titulo, no vacilaré en leerlo. Otra buena lectura de verano
Ya que citamos a Agatha Christie; de vez en cuando me gusta volver la vista hacia autores clásicos del género policiaco. La editorial Impedimenta es una de las que en su catálogo tiene a algunos de ellos . Es el caso de Amrin Öhri y su El gabinete de los ocultistas, traducido por Elisa Martínez Salazar.
No leo demasiados comics pero cuando recomendaron Túneles, de Rutu Modan, en Página 2, tomé ´nota porque me pareció interesante. Luego resultó que en una de mis bibliotecas lo tenían así que lo saqué.
La protagonista del comic quiere reivindicar el legado de su padre arqueólogo y finalizar una excavación abandonada hace muchos años. Para ello se lanzará a una excavación ilegal con un equipo de lo más dispar, a la par que disparatado. Rutu Modan, nos muestra los recelos, prejuicios y desencuentros que existen entre palestinos e israelíes.
Obra maestra de Juan Tallón es una de esas obras que sigues leyendo aún después de haber acabado. No diré aquí mucho más porque llevo tiempo, desde que lo terminé, dándole vueltas a la entrada que pretendo escribir; os emplazo a leerla (y a mí, a escribirla)
Con Gianrico Carofiglio cerré las lecturas primaverales y comencé con el propósito de estar al menos un mes sin ir a la biblioteca y leer alguno de los muchos libros que tengo en casa, esperando su oportunidad.
Conocíamos al avocato Guido Guerrieri y al maresciallo Fenoglio. Tras leer La versione di Fenoglio escribía:
ambos personajes,Guerrieri y Fenoglio, se complementan. Si con el primero, Carofiglio nos daba una visión de cómo funciona la abogacía en Italia, a través de Fenoglio podemos ver la forma en que se llevan a cabo las investigaciones.
En La disciplina di Penelope, Carofiglio nos presenta a un nuevo personaje, esta vez femenino. Penélope trabajaba para el ministerio fiscal (otro vertice del funcionamiento de la justicia italiana) pero abandonó por algún motivo que al menos en esta novela no se desvela.
Un día recibe la petición de un hombre para que descubra quien fue el asesino de su mujer; ella acepta de mala gana. A través de la indagación no solo descubrirá la verdad sino que en cierto modo irá reencontrándose y recuperándose a si misma.
Como todas las novelas de Carofiglio, está bien escrita y se lee con facilidad. Penélope es un personaje que te atrapa y estoy deseando leer su nueva aventura y saber más de ella. Aunque este libro aún no está publicado en español, lo estará pronto.
Y como ya es costumbre en esta sección, aquí van algunas de las lecturas (sin salir de casa) que me esperan en verano:
Comentarios