Lecturas otoñales (II)

Mujer leyendo de Matisse, (imagen sacada de aquí)
Después de una crisis lectora de dos o tres años, parece como si quisiera recuperar el tiempo perdido, porque noviembre también ha sido un mes pródigo en lecturas. Así que aquí están los libros que he leído durante ese mes que tuvo más de invernal que de otoñal.


 Empecé el mes de la mano de La señora Fletcher, de Tom Perrotta, editado por Libros del Asteroide; una editorial que no suele fallarme
  La señora Fletcher, que solo comparte nombre con nuestra escritora-detective aficionada de la tele,  se enfrenta  a la marcha de su hijo a la universidad.  Piensa que es el momento de dedicarse más tiempo a ella y decide apuntarse a un curso en la universidad; también descubrirá la pornografía en internet, las aplicaciones para ligar y cosas que hace poco tiempo jamás se le hubieran ocurrido hacer.
  Mientras tanto, su hijo descubre que la universidad no es para nada como se lo imaginaba.
 Un libro que se lee de un tirón y con el que disfrutarás.

El círculo, De Bernard Minier, Segundo libro de este autor francés, protagonizado por el comisario Servaz. Le dedico la próxima  entrada negra 

La biblioteca de los libros rechazados, de David Foenkinos. Este libro me lo recomendó la bibliotecaria de Lugones, diciéndome que era muy divertido. Efectivamente  lo es pero además tiene una segunda lectura bastante interesante; porque a través de esta biblioteca de los libros rechazados (aquellos que sus autores no consiguieron que ninguna editorial quisiera publicar) habla precisamente de eso, la industria editorial y como  los libros se tratan como un producto de consumo, con una planificada campaña de marketing para conseguir vender el mayor número posible.
  Además aquí me encontré la respuesta a algo que planteaba en No sos vos, soy yo  y que comento en esta otra entrada

El tiempo regalado. Un ensayo sobre la espera, de Andrea Köhler. En él, la autora nos habla de los diferentes tipos de espera: la del enamorado -siempre hay uno que espera y otro que se hace esperar. La del subordinado ¿Quién no ha tenido que esperar a ser atendido por su jefe, el médico, el director del banco o cualquier otra persona que con su espera nos hace valer su posición de predominio sobre nosotros?
 La espera en los aeropuertos/estaciones. En el momento que nos avisan de un retraso en el medio de transporte por el que esperamos comienzan también las protestas y enfados.
  Pero también hay otros tiempos regalados. Esos en que nos dejamos acunar por el simplemente estar sin hacer nada. Leyendo pensaba en nuestros ratos en el faro, sentadas sin hacer nada más que mirar al mar o  nos echamos sobre la piedra para recibir los rayos del sol, disfrutando simplemente del momento.

Operación masacre, de Rodolfo Walsh. Hay un fusilado que vive  Cuando Rodolfo Walsh oyo esa frase quiso saber lo que había detrás de ella y así empezó un trabajo de investigación periodística que quedaría plasmado en Operación Masacre. Como  lahierbaroja le ha dedicado una entrada en su blog, a ella os remito
Mi maravillosa  librería, de Petra Hartlieb. Otra recomendación de la bibliotecaria de Lugones con la que pasé  un rato magnífico, tanto que leí el libro de un tirón. Periférica, la editorial que publica el libro, tiene también otras obras que merecen la pena ser leídas como La librería ambulante o Una biblioteca de verano

Manual para mujeres de la limpieza, de Lucia Berlin. Un libro que me encantó asi que no pude evitar dedicarle una entrada. 

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