Lecturas en tiempos difíciles

El comienzo de este 2020 fue difícil con mi madre ingresada en el hospital y yo teniendo que lidiar con un montón de situaciones que coincidieron en el tiempo y me llevaron a un estado anímico al que prefiero no tildar de depresión. Por si no era suficiente, llegó el coronavirus a complicarnos aún más la vida y a sumergirnos en un estado en que se mezclan el miedo, la tensión y la irrealidad -cuesta creer que todo esto que estamos viviendo sea cierto.
Evening at home, de Edward John Poynter
Sea como sea aquí están mis lecturas de este primer y convulso trimestre de 2020. Esperemos que a medida que vaya pasando el tiempo, todo se normalice.  

(NOTA: He pensado que como el trabajo de los traductores es fundamental  a pesar de lo cual no solemos prestarles ni reconocerles el mérito que merecen, a partir de ahora, cuando hable de obras traducidas  al español, junto al autor, incluiré el nombre del traductor).     
  •   El infinito en un junco, de Irene Vallejo. Mi primera lectura del año y a la que he dedicado esta entrada
  •   A plena luz, de J.Rl Moheringer (traductor, Juan José Estrella González) . Un libro del que supe como ya se va haciendo habitual por un artículo de Juan Carlos Galindo en El País y sobre el que no descarto escribir. 
  •  Háblame de tí. Carta a Matilda, de Andrea Camilleri (traductor: Carlos Mayor Ortega) Matilda es la bisnieta del maestro a quien le dedica esta carta que es una especie de resumen de su vida personal y profesional.  Una lectura breve pero intensa 
  •  Elegía para un americano, de Siry Husvedt (traducción de Cecilia Ceriani). Aunque me ha gustado, la he encontrado un poco distante. Es curioso que  me resultara más cercano el libro de ensayos que leí. Dicho lo cual, pienso seguir leyendo a esta autora. .
algunas de mis lecturas en tiempos difíciles
  •  En busca de tu nombrede  Marjolijn Van Heemstra, (traducido por  Goedele De Sterck) sobre el que comenté aquí mis impresiones 
  •  El pasadizo del deseo de Dominique Sylvain (traductora, Sofía Tros de Ilarduña)- Buscando autores policíacos para mi desconocidos di con esta autora  Se trata de una novela entretenida pero  que no va más allá
  • La madre de Frankenstein, de Almudena Grandes. De esta autora solo había leído, hace tropecientos años Las edades de Lulú. Luego, escuchándola como colaboradora en un programa de la Ser, los domingos por la mañana, le cogí una manía profunda.  Es más que probable que si esta novela hubiera tenido un título diferente no la hubiera leído; sin embargo lo hice y me ha encantado. 
  •  Terra Alta, de Javier Cercas.  Otro autor del que tan solo había leído Soldados de Salamina hace ya no se cuantos años además de sus artículos en  El País Semanal. Mis impresiones sobre la novela en una próxima entrada 
  •  Un asesino en tu sombra, de Ana Lena Rivera.   Ya comenté aquí lo que me pareció la primera novela; luego, asistí a  la presentación de esta segundo título y, aunque iba "con el hacha afilada " me gustó  la autora así que me animé con este. Puede que Gracia, la protagonista, siga teniéndole tirria a Geni pero a mí a cada vez me cae mejor.                 Carmina , del blog De tinta en vena, le ha dedicado una entrada que os recomiendo 
  • Los motivos de Aurora, de Erich Hackl (traducido por José Ovejero) Puede decirse que esta novela, bastante breve, complementa al libro de Almudena Grandes. Si ella nos cuenta la historia de Aurora, tras cometer el parricidio, Erich Hackl  lo que hace es recrear lo que sería su vida desde su infancia hasta el momento en que  mata a su hija.
       Ahora más que nunca es importante mantener las rutinas e intentar la mayor normalidad  posible dentro de esta situación anormal   Es ya una costumbre que termine estas entradas de últimas lecturas con un avance de las próxímas aquí están  las que tengo entre manos en estos momentos.




        El rincón musical era una de las cosas que había desaparecido en la vuelta del blog pero hoy me apetece  poner un poco de música.  Aquí está el que se ha convertido en himno de esta situación porque al final es lo que nos toca: resistir, aunque a veces cueste.  En esos casos viene bien ponerse un poco de música y ponerse a bailar ¡Funciona!



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