Hace un tiempo Charo me envió un correo en que decía entre otras cosas: (…)se me ha ocurrido una entrada que puedes hacer sobre libros que hablan de lugares, ciudades o paises por ejemplo LA Regenta, que habla de Oviedo bueno Vetusta, y otros así. Y luego buscamos la parte musical. (…)
Lo primero que me vino a la mente fue Paul Auster y Brooklyn y que nuestros arbeyinos ya habían escrito sobre esta relación. Seguí pensando en otras ciudades –París, Londres, Roma, Venecia para terminar llegando a la mía, Oviedo. Aquí se demoró mi atención porque más de un autor situó en ella el escenario de su novela. ¡Cuánto más lo pensaba, más me gustaba la idea de dedicarle una entrada a este (estos) Oviedo(s) literario(s)!
Una de mis lecturas de verano, ambientada en otro lugar de Asturias hizo que la cosa fuera a más y me lanzara
a hacer un recorrido mental del que, casi sin darme cuenta, surgieron entrada y título, que son una invitación a caleyar por mi tierra, de la mano de la literatura.
Oviedo está ineludiblemente ligado a su trasunto literario, Vetusta, escenario en que se desarrolla La Regenta; (como anécdota os diré que es el único libro del que recuerdo las frases con que comienza: " La heroica ciudad dormía la siesta" y termina "Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo". ) La Catedral es el centro neurálgico de la novela (el magistral disfrutaba viendo la ciudad desde lo alto de la torre). Me encantaba pasearme por esa zona -Corrada del Obispo, Plaza del Paraguas, calle de Salsipuedes e imaginar donde viviría
Ana Ozores.
Cruzamos el arco del ayuntamiento y abandonamos Vetusta para dirigirnos a Pilares–el Oviedo de Pérez de Ayala y de su novela Tigre Juan o el curandero de su honra. La Plaza del Fontán con sus tiendas bajo los soportales y sus puestos de venta ambulante; muy cerca, atravesando la calle Magdalena, se encuentra El Campillín -entonces campo cercano y ahora parque urbano .
Pero aún tenemos otro Oviedo, más moderno, el que nos presenta Dolores Medio en Nosotros, Los Rivero. Aquí,
Nos dirigimos ahora hacia Gijón que –intuyo- es la Promenadia de la que habla Menéndez Salmón en Derrumbe. También es la protagonista de La Noche del Cometa, de Miguel Rojo y de Helena o el mar de verano –nuevamente, una intuición.
Ya que estamos en la costa, ¿por qué no acercarnos hasta Candás? Se trata de una villa pesquera muy cercana, que durante muchos años contó con una industria conservera bastante importante. Los candasinos pugnan con los de Cudillero por cual de ambas villas marineras es la que aparece retratada en la novela José, de Palacio Valdés
Lo que no ofrece dudas es que ese mismo autor ambientó en Laviana, concejo del que era oriundo, una de sus obras más conocidas, La Aldea Perdida. Y de una cuenca minera a la otra; El Palacio Azul de los Ingenieros Belgas está situado en algún punto de la cuenca del Caudal. Si en la obra de Palacio Valdés vemos la pérdida de la inocencia que trae consigo la industrialización; Fulgencio Argüelles nos acerca esa sociedad minera en los momentos previos a la revolución de octubre del 34.
Desandamos algunos de nuestros pasos para dirigirnos hacia el sur de la región. Primero, hacia la zona de Tineo (concejo famoso por su industria chacinera) en busca de la aldea de Paniceiros, protagonista de la obra de Xuan Bello, Historia Universal de Paniceiros (escrita en bable, Hestoria Universal de Paniceiros, el propio autor la tradujo al castellano) Y finalizamos la excursión en Besullo, en Cangas de Narcea (único concejo asturiano, productor de vino). Allí nació el dramaturgo Alejandro Casona y en esa población ambientó algunas de sus obras –La Dama del Alba y La Casa de los siete balcones .(En esta misma zona se encuentra la reserva natural de Muniellos,
El rincón musical es una propuesta de Homo Libris (aunque la sugirió para otra entrada, la reservé para ésta pues me pareció que encajaba perfectamente): Victor Manuel con El Cuelebre.
Lo primero que me vino a la mente fue Paul Auster y Brooklyn y que nuestros arbeyinos ya habían escrito sobre esta relación. Seguí pensando en otras ciudades –París, Londres, Roma, Venecia para terminar llegando a la mía, Oviedo. Aquí se demoró mi atención porque más de un autor situó en ella el escenario de su novela. ¡Cuánto más lo pensaba, más me gustaba la idea de dedicarle una entrada a este (estos) Oviedo(s) literario(s)!
Una de mis lecturas de verano, ambientada en otro lugar de Asturias hizo que la cosa fuera a más y me lanzara

Oviedo está ineludiblemente ligado a su trasunto literario, Vetusta, escenario en que se desarrolla La Regenta; (como anécdota os diré que es el único libro del que recuerdo las frases con que comienza: " La heroica ciudad dormía la siesta" y termina "Había creído sentir sobre la boca el vientre viscoso y frío de un sapo". ) La Catedral es el centro neurálgico de la novela (el magistral disfrutaba viendo la ciudad desde lo alto de la torre). Me encantaba pasearme por esa zona -Corrada del Obispo, Plaza del Paraguas, calle de Salsipuedes e imaginar donde viviría

Cruzamos el arco del ayuntamiento y abandonamos Vetusta para dirigirnos a Pilares–el Oviedo de Pérez de Ayala y de su novela Tigre Juan o el curandero de su honra. La Plaza del Fontán con sus tiendas bajo los soportales y sus puestos de venta ambulante; muy cerca, atravesando la calle Magdalena, se encuentra El Campillín -entonces campo cercano y ahora parque urbano .
Pero aún tenemos otro Oviedo, más moderno, el que nos presenta Dolores Medio en Nosotros, Los Rivero. Aquí,
(…) el viajero que entra en esta ciudad por la Estación del Norte. Uría,
una
calle vulgar- que siempre puede ser la calle principal de una capital
cualquiera de provincia-, le da la bienvenida. Y el viajero, que no cala,
buscando el alma de Oviedo, cree hallarse en una ciudad moderna,
estandarizada,
incorporada definitivamente al momento actual

Ya que estamos en la costa, ¿por qué no acercarnos hasta Candás? Se trata de una villa pesquera muy cercana, que durante muchos años contó con una industria conservera bastante importante. Los candasinos pugnan con los de Cudillero por cual de ambas villas marineras es la que aparece retratada en la novela José, de Palacio Valdés
Lo que no ofrece dudas es que ese mismo autor ambientó en Laviana, concejo del que era oriundo, una de sus obras más conocidas, La Aldea Perdida. Y de una cuenca minera a la otra; El Palacio Azul de los Ingenieros Belgas está situado en algún punto de la cuenca del Caudal. Si en la obra de Palacio Valdés vemos la pérdida de la inocencia que trae consigo la industrialización; Fulgencio Argüelles nos acerca esa sociedad minera en los momentos previos a la revolución de octubre del 34.
Desandamos algunos de nuestros pasos para dirigirnos hacia el sur de la región. Primero, hacia la zona de Tineo (concejo famoso por su industria chacinera) en busca de la aldea de Paniceiros, protagonista de la obra de Xuan Bello, Historia Universal de Paniceiros (escrita en bable, Hestoria Universal de Paniceiros, el propio autor la tradujo al castellano) Y finalizamos la excursión en Besullo, en Cangas de Narcea (único concejo asturiano, productor de vino). Allí nació el dramaturgo Alejandro Casona y en esa población ambientó algunas de sus obras –La Dama del Alba y La Casa de los siete balcones .(En esta misma zona se encuentra la reserva natural de Muniellos,
El rincón musical es una propuesta de Homo Libris (aunque la sugirió para otra entrada, la reservé para ésta pues me pareció que encajaba perfectamente): Victor Manuel con El Cuelebre.
Comentarios
Yo no he leído a ninguno (menuda novedad), pero ya sabes que tengo en el PI a Menéndez Salmón, ambiente donde ambiente a sus personajes ;)
También me ha gustado mucho la foto de la iglesia de Gijón, que es muy bonita, yo también la he hecho fotos en varias ocasiones.
En fin, tomo nota, al menos La Regenta es imprescindible.
Ismael
Llevo intentando leer La Regenta desde los tiempos del instituto, cuando mis compañeros de "letras" lo hicieron y quedadon maravillados, pero después de cuatro intentos y a mis 40 años confieso que no he podido pasar de las primeras páginas. No sé si darme por venciada o esperar a los 50 para intentarlo again.
Saludos.
Suscribo todo lo dicho por Inma de "La Regenta", es el libro empezado y eternamente post-puesto.
No puedo escribir más, enhorabuena por la entrada.
Un abrazo.
Ismael, siempre está bien lo de caleyar nuestra tierra,de una forma o de otra.
Inma, gracias. Si te sirve de algo, me leí La Regenta un poco por obligación moral y no me gustó. Recuerdo que la prima de una amiga, ponía la obra por las nubes y por el contrario, decía que El Quijote le parecía un rollo. A mí me pasaba lo contrario.
Loquemeahorro, gracias a tí también. Te digo lo mismo que a Inma. Prefiero a Perez de Ayala que a Clarín; si te animas a leer Tigre Juan, creo que te gustaría.
Lucía, ¡qué bien que te gustó el paseo! ¿Leíste el libro de Fulgencio Argüelles?¡Merece la pena leerlo!
Los libros son una de las mejores formas de "viajar": expanden la mente y nos permiten descubrir lugares y culturas, invitándonos a visitarlas.
Aunque son realmente libros de viajes, descubrir la Alcarria de la mano de Cela o Tras-Os-Montes de la de Julio Llamazares son experiencias inolvidables. Y si algunas novelas me invitan a descubrir Barcelona son las de Eduardo Mendoza :)
Un abrazo.
Me gustó mucho la caleyada (¿se dirá así??? ayyy, ya me entró el miedo de que lo lea azote...)
Del resto tomo nota para lecturas cuasiobligadas. así que te agradezco que de mi inicial sugerencia mas universal, hayas pasado a lo regional, de mi region claro.
Estamos en crisis, y no queda ni tiempo para nada, aunque a veces erramos al dejar de hacer lo que de verdad nos aporta algo. En fin. Que me lío.
Me parece una entrada espléndida. Creo que conocemos todos los lugares que mencionas, y además, a nosotros nos viene muy a cuento.
Primero, porque este pasado fin de semana, hemos tenido visitantes y hemos ejercido de cicerones en nuestra ciudad, con lo que siempre la ves con otros ojos. En esta ocasión, además, es un recorrido muy especial, ya que uno de nuestros amigos se quedó ciego hace algún tiempo, lo que también provoca que nosotros "veamos" las cosas de otro modo.
Segundo. Una vez más, nos vamos a Asturias, a trotar por la montaña, sin internet, sin cobertura, sin ataduras... Y elegimos esta comunidad porque es preciosa, y Oviedo, como ciudad, magnífica. Si alguno de los que leéis esto no habéis estado, es algo que tenéis que remediar.
Perdón por el rollo!
Saludos!
Me has hecho recordar que Lima está muy presente en las obras de Herman Melville, pero que vista a la distancia, desde altamar y en invierno (la de uno de los cielos más tristes y "sin lágrimas"), no sale bien parada.
Lima conserva nuevas sus ruinas, gracias a esta blancura, que no admite el verdor de las ruinas comunes, y que muestra, a lo largo de decrépitas murallas, la lividez de una muerte convulsa (Moby Dick, cap. XLII).
Excelente tu post.
Saludos,
R.
Tocas un tema, el de los libros y los viajes, que está en mi lista a tratar... ¡no se cuando! Y también me lanzas otra miguita que me lleva hacia una propuesta-juego que espero haceros no tardando demasiado.
Además me acabas de recordar dos libros que hablan de tu tierra y que voy a incluir en Dar la alternativa. Entre limones (a Sustituir) y Al sur de Granada, de Gerald Brenan. Me quedo con el segundo sin dudar.
Carmina, los clásicos son siempre un valor seguro. No me canso de recomendarlos; tanto es así que escribí esta entrada
Masteatro, tu también me lanzas una miguita para esto de los libros y los viajes, o los viajes y los libros.
Me alegro de que te gustara la caleyada. En cuanto a los libros que menciono... Espero que no a mucho tardar puedas leer uno de ellos. Ya te avisaré.
En cuanto a las setas, por lo que sé, además de tremendamente fotogénicas, si que son comestibles.
Charo, estás un poco despistada.Al menos dos más ya los leíste. Si quieres te puedo dejar Derrumbe y/o Nosotros los Rivero. Incluso La Regenta en una edición bastante buena que me compré en rebajas.
Mertxe, deberías animarte a leer algún clásico de vez en cuando. Te sorprenderías.
Roberto, ¡la verdad es que os echaba de menos! Pero por supuesto que aquí nadie está obligado a comentar.
Gracias por los halagos a mi entrada y a mi comunidad (de la que me van a nombrar cualquier día embajadora bloguera).
Es cierto que con esta aventura estoy redescubriendo mi tierra -paisajes, música, literatura.
Tengo un pequeño "plan" que espero poner en práctica en navidades. Ser turista en mi propia ciudad; verla con ojos de alguien que llega aquí por primera vez. Estoy segura de que descubriré un montón de cosas, porque me dedicaré "a ver" en lugar de a mirar.
Perdón por el rollo que acabo de soltar -espero que al menos, el comentario no se suicide.
R, tu comentario me obliga a confesar que no leí Moby Dick.Por cierto, en Derrumbe aparece una cita de Bartleby, el escribiente.
A ver qué sorpresa tienes reservada para nosotros.
Un abrazo.
¡Esa mujer nos llevará a la ruina!
Me alegro de que te haya gustado esta entrada.:-)
Antes de gustarme Oviedo en 'persona', ya me gustaba por esta novela. Y como bien señalas en tu entrada, el arranque de la novela es absolutamente magistral y memorable.