Las circunstancias hicieron que inaugurara la sección sobre autores asturianos con Corín Tellado, en lugar del autor en el que había pensado: Julián Ayesta y su libro Helena o el mar de verano.
¿Quién me “presentó” a este autor? Una de MIS libreras mientras buscaba un libro para hacer un regalo. Finalmente el elegido fue Momentos estelares de la humanidad , de Stefan Zweig pero Helena o el mar de verano había quedado anotado en mi lista de la compra (De las libreras de mi vida y los caminos que nos llevan a los libros, trata uno de mis adjuntos preferidos,aún sin rescatar).
Poco después el libro pasó a formar parte de mi biblioteca; me lo regaló mi hermana, no recuerdo con que motivo. A lo mejor con ninguno, que son los regalos que más prestan. ¿No os parece?.
Editada por Acantilado (os recomiendo que os deis un paseo por su web; su fondo editorial no tiene desperdicio) , se trata de una novela muy breve, tan solo 87 páginas y tremendamente poética; te sientes como si estuvieras leyendo poesía en lugar de prosa. La novela, de iniciación, está estructurada en tres partes: verano, invierno y verano otra vez. Cada una de estas estaciones representan: la niñez del protagonista (y narrador) . El invierno, con el ingreso en el mundo de los adultos y de nuevo el verano donde están Helena y el amor.
Aquí os dejo el final del libro:
"No hablamos más. Íbamos juntos, solos, entre el silencio del crepúsculo. Íbamos solos entre el silencio del mundo. Solos entre el silencio del tiempo. Solos para siempre. Juntos y solos, andando juntos y solos entre el silencio del mundo y del mar y del mundo, andando, andando. Y todo era como un gran arco y nosotros lo íbamos pasando y al otro lado estaba nuestro mundo y nuestro tiempo y nuestro sol y nuestra luz y nuestra noche y estrellas y montes y pajaros y siempre..."
Al rincón musical de hoy traigo una evocación, la del ruido de las olas rompiendo en la orilla o contra el acantilado.
Nota: Para ilustrar esta entrada, nada mejor que una imagen de mi mar de verano.
¿Quién me “presentó” a este autor? Una de MIS libreras mientras buscaba un libro para hacer un regalo. Finalmente el elegido fue Momentos estelares de la humanidad , de Stefan Zweig pero Helena o el mar de verano había quedado anotado en mi lista de la compra (De las libreras de mi vida y los caminos que nos llevan a los libros, trata uno de mis adjuntos preferidos,aún sin rescatar).
Poco después el libro pasó a formar parte de mi biblioteca; me lo regaló mi hermana, no recuerdo con que motivo. A lo mejor con ninguno, que son los regalos que más prestan. ¿No os parece?.
Editada por Acantilado (os recomiendo que os deis un paseo por su web; su fondo editorial no tiene desperdicio) , se trata de una novela muy breve, tan solo 87 páginas y tremendamente poética; te sientes como si estuvieras leyendo poesía en lugar de prosa. La novela, de iniciación, está estructurada en tres partes: verano, invierno y verano otra vez. Cada una de estas estaciones representan: la niñez del protagonista (y narrador) . El invierno, con el ingreso en el mundo de los adultos y de nuevo el verano donde están Helena y el amor.
Aquí os dejo el final del libro:
"No hablamos más. Íbamos juntos, solos, entre el silencio del crepúsculo. Íbamos solos entre el silencio del mundo. Solos entre el silencio del tiempo. Solos para siempre. Juntos y solos, andando juntos y solos entre el silencio del mundo y del mar y del mundo, andando, andando. Y todo era como un gran arco y nosotros lo íbamos pasando y al otro lado estaba nuestro mundo y nuestro tiempo y nuestro sol y nuestra luz y nuestra noche y estrellas y montes y pajaros y siempre..."
Al rincón musical de hoy traigo una evocación, la del ruido de las olas rompiendo en la orilla o contra el acantilado.
Nota: Para ilustrar esta entrada, nada mejor que una imagen de mi mar de verano.
Comentarios
Yo estoy leyendo “torquemada en la hoguera” de Perez Galdós , “un campeón desparejo” de Bioy Casares y “noche de brujas “de Fedric Brown.
Me agrada seguir conociendo detalles de tu vida y tu trabajo , veo que ambos trabajamos en una biblioteca , la dirección que me diste no funciona .
Saludos.
Observo que también tenemos en común lo de leer varios libros a la vez.
¡Ahora empiezo a entender por que mencionais tanto las compras de libros de segunda mano o la piratería!. Esto último me resultaba extraño; aquí lo que se piratea son discos y pelis pero libros ... ¡ni uno!
Sonidos del mar, foto de Acantilado, editorial del mismo nombre, y un título evocador. !Que te contraten en Turismo de Asturias!
Yo quiero que rescates ese adjunto "De las libreras de mi vida y los caminos que nos llevan a los libros"
Tal como digo en la entrada, es mi mal de verano; por esos acantilados paseo cada día, durante el verano.
Leox se equivocó, no trabajo en una biblioteca; tampoco soy profesora de literatura.
P.D: el título lo tomé de una película francesa que es MUY, MUY DIVERTIDA. Si no la viste, te recomiendo que lo hagas.
P.D2:¿Te gustó "Kafka en la orilla"? Fue uno de mis regalos de Reyes, pero con el atasco de lecturas...
Recomiendo Kafka en la otra orilla , fue uno de los mejores libros que leí el año pasado , la historia te atrapa , llena de gatos , lejanas y lindas biblioteca. También recomiendo a Manuel Puig , uno de los escritores admirados por el mismo Murakami.
Saludos
De todas formas, me comprometo a desvelar mi profesión el día que decida cerrar esta aventura. Más aún, mi última entrada será mi primer adjunto, que precisamente iba sobre eso.
Tomo nota de Manuel Puig; a Kafka lo leeré al borde del mar, durante el verano.
En cuanto a lo de tu profesión, mi blog también es un respiro de mi vida profesional, y al menos yo, quiero leer todos tu adjuntos menos ese que anuncia el cierre.
Respecto a los adjuntos, solo me quedan tres por publicar (descontado el "final") y otros dos de novela negra que están saliendo a la luz fraccionados. Pero entre los temas que quiero tratar y los que van surgiendo al hilo de los comentarios, tengo mucho sobre lo que divagar. ¡Espero que me sigas leyendo!.
Te debía la huella de la primera visita que te hice días atrás, y que se me fué de las manos (¡que trágica la frasecita!) durante el traslado desde un lugar que no era el adecuado, teniendo como tienes esta casa tan versátil e interesante.
Espero que el buho te echará una mano y que no se limitará a devorar, cachazudamente, tus confesiones previas. ¡Mucho pico, el pollo, tendría!
Por qué estoy precisamente en este rincón asturiano? Como guiño de complicidad con tu tierra y, si me permites, la mía en el deseo.
Veo en este lugar provisiones tan variadas y sugerentes, como para no temer perderse en la isla desierta más próxima, con la inquietud de que cualquier madrugada tendrás que salir nadando con lo puesto, hasta la librería de viejo del buque insignia de guardia.
Lectura, música, comentarios, curiosidades, visitas: Por favor, tómate un respiro y deja que el buho se ocupe, al menos, de la intendencia.
Un abrazo y que tengas un bujen día.
Toda la casa está a tu disposición, y espero gozar de nuevo de tu presencia.
¡Qué placer tan grande tenerte aquí! (No es peloteo, te lo digo de corazón)