El final del año ha sido complicado, lo que se ha reflejado no solo en el blog sino también en mis lecturas. Desde mi último resumen lector hasta el fin de año tan solo fui capaz de
terminar cuatro libros, curiosamente todos ellos policiacos.
Una chica con pistola, de Amy Stewart. No conocía ni el título ni a la autora; fue una recomendación de la bibliotecaria de Lugones cuando le pedí alguna lectura ligera. A medio camino entre el western y la novela policíaca, nos cuenta las aventuras en que se ven envueltas tres hermanas cuando su calesa es atropellada por un vehículo.
Loba negra, de Juan Gómez-Jurado. Una nueva aventura de Antonia Scott y su compañero Jon Gutierrez -él no está gordo, es fuerte. Me ha gustado aunque no me ha atrapado; puede que fuera por el momento algo complicado en que la leí.
Pista Nera, de Antonio Manzini. La bibliotecaria de Lugones también me había hablado de este detective mal encarado que trata fatal a las mujeres pero que sin embargo tiene algo que hace que le cojas aprecio. Curiosamente, ya había encargado uno de sus libros en mi último "pedido" en italiano. Efectivamente, es un poco borde pero no puedes evitar engancharte a sus novelas.
Y como no se debe terminar un últimas lecturas sin incluir un avance de las próximas, aquí va el libro que me acompañó en el cambio de año.
Fueron más de cuatro las lecturas que comencé
pero que por uno u otro motivo, no conseguí sacar adelante. Fue el caso de Un plan sangriento. El caso Roderick Macrae
publicado por Impedimenta y del que había tenido noticias a través del
artículo escrito por Juan Carlos Galindo
en su blog de El País. Incluso me lo llevé de viaje pero ni así fui
capaz de pasar de las primeras páginas.
Cambiar el punto de vista:
cuarenta años de exploración teatral,
de Peter Brook. Aquí lo que
sucedió es que tuve que devolverlo a la biblioteca sin terminarlo. Se trata de una recopilación de artículos en que habla sobre sus experiencias
teatrales y como fue evolucionando su manera de plantearse la dirección
La biografía conjunta
sobre Mary Shelley y su madre Mary Wollstonecraft reposan, no se si plácidamente,
junto con las Fiabe Italiane, recopiladas por Italo Calvino. No encuentro el momento adecuado para
ellas ni para él.
En cuanto a las lecturas de Navidad, comencé y me quedé en Cuento de Navidad, de Dickens; no conseguí pasar del fantasma de la Navidad presente. Supongo que el que llevase muchísimo tiempo sin leer en inglés y además lo hiciese durante las guardias en el Huca, tuvo mucho que ver.
Con semejante panorama, aquí van
los cuatro títulos que conseguí terminar (en condiciones normales, en lugar de
un mes y medio, me hubieran durado una semana, todos ellos)En cuanto a las lecturas de Navidad, comencé y me quedé en Cuento de Navidad, de Dickens; no conseguí pasar del fantasma de la Navidad presente. Supongo que el que llevase muchísimo tiempo sin leer en inglés y además lo hiciese durante las guardias en el Huca, tuvo mucho que ver.
Un asunto demasiado familiar, de Rosa Riba. Ultima novela de la creadora de la saga de Cornelia Weber Tejedor y coautora junto con Sabine Hoffmann de la trilogía protagonizada por Ana Martí. Además ha publicado La detective miope o Pensión Leonardo
No es una novela policíaca al uso ya que lo que aquí se va a investigar (o a no hacerlo) es la desaparición de una de las hermanas y miembro de la empresa de detectives formada por Mateo Hernández y sus hijos. familiar
Me ha gustado bastante.
No es una novela policíaca al uso ya que lo que aquí se va a investigar (o a no hacerlo) es la desaparición de una de las hermanas y miembro de la empresa de detectives formada por Mateo Hernández y sus hijos. familiar
Me ha gustado bastante.
Una chica con pistola, de Amy Stewart. No conocía ni el título ni a la autora; fue una recomendación de la bibliotecaria de Lugones cuando le pedí alguna lectura ligera. A medio camino entre el western y la novela policíaca, nos cuenta las aventuras en que se ven envueltas tres hermanas cuando su calesa es atropellada por un vehículo.
Loba negra, de Juan Gómez-Jurado. Una nueva aventura de Antonia Scott y su compañero Jon Gutierrez -él no está gordo, es fuerte. Me ha gustado aunque no me ha atrapado; puede que fuera por el momento algo complicado en que la leí.
Pista Nera, de Antonio Manzini. La bibliotecaria de Lugones también me había hablado de este detective mal encarado que trata fatal a las mujeres pero que sin embargo tiene algo que hace que le cojas aprecio. Curiosamente, ya había encargado uno de sus libros en mi último "pedido" en italiano. Efectivamente, es un poco borde pero no puedes evitar engancharte a sus novelas.
Y como no se debe terminar un últimas lecturas sin incluir un avance de las próximas, aquí va el libro que me acompañó en el cambio de año.
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