No cerramos en agosto

Finalizado el 2019,  puedo afirmar con rotundidad  que  No cerramos en agosto es una de las mejores novelas, negra  o de cualquier otro  color, que he leído en el año.
  No solo está muy bien escrita sino que además supone un aire fresco entre tanta novela policiaca/thriller/intriga o o como se quieran llamar, escrita según las pautas que comentaba aquí y que salvo excepciones, me provocan bastante hastío.
  En esta novela tenemos UN protagonista (últimamente solo eran mujeres) , Jordi Viassolo. No ha recibido formación especial con el FBI en Quántico, ni tiene una capacidad intelectual superior a la media; tampoco destaca por su gran fuerza física o su carácter decidido. Y nada de traumas del pasado (¡suspiro de alivio!) Es simple y llanamente un pringao
  Por si todo esto no supusiera ya  un alivio frente a lo que copa los estantes de las librerías en estos últimos tiempos, no encontramos el más mínimo atisbo de truculencia en la novela
  Palomares rinde tributo a los clásicos del género, desde Agatha Cristhie  sobre la que establece un juicio certero y del que no había sido consciente hasta este momento:
 Su compañera de juergas la mira alucinada y yo estoy a punto de comentarle que las novelas de Agatha  Chrístie no están mal, aunque nunca ponían en duda el statu quo de la época sino que reforzaban el sistema social y bla, bla, bla. 
y Conan Doyle
-Entonces,¿eres como Sherlock Holmes? ¿Te gusta la serie? -pregunta otra
Estoy a punto de decirle que no existe ninguna serie y que Sherlock Holmes es un personaje creado por Arthur Conan Doyle a fianles del siglo XIX, que protagoniza cuatro novelas y decenas de relatos y que todo lo que se haya hecho después no es más que una burda imitación [...]
El autor, Eduard Palomares
a  Raymond Chandler -Jordy muchas veces piensa en como habría actuado Philip Marlowe, que suele ser lo opuesto a lo que el hace - e incluso alude específicamente a El sueño eterno
  Homenajea especialmente a Vázquez Montalván a través  de la figura a de Recasens , el "dinosaurio" dentro de la moderna agencia de detectives en que Viassolo es contratado como becario.
   Barcelona es otra gran protagonista de la novela; que recorreremos de la mano (o en la bici)  de Jordi Viassolo desde la  la zona alta de la ciudad a la Barceloneta; de los turistas que se han apoderado de la ciudad a los amigos de Viassolo, tan pringados como él.
 El protagonista consigue un trabajo como becario en una agencia de detective -por supuesto no recibe remuneración alguna por su trabajo y aún debe estar agradecido por haberlo conseguido. Debe limitarse a atender a aquellos despistados que llamen a la agencia durante el mes de agosto y a crear un periódico digital falso que sirva de tapadera para los otros detectives de la agencia  Sin embargo, Jordi no podrá evitar aceptar el caso de un cliente que quiere que encuentre a su mujer. Tendrá que convencer a Recasens de que le eche una mano; también contará con la ayuda de una monitora del gimnasio al que se tendrá que apuntar, llevado por la investigación.
  Como buena novela negra que se precie, mientras Jordi se las arregla para intentar convertirse en un detective de verdad con la ayuda de Recansens  que , aunque le hará sudar, termina  convirtiéndose en su mentor, el autor se las arregla para no dejar títere con cabeza. Desde Internet, donde parece que cualquier cosa se da por verdadera solo por el hecho de que aparezca allí publicada a los contratos basura o la dificultad de acceder a una vivienda - Viassolo vive con sus padres- pasando por la precariedad  laboral  o  el turismo de masas que termina por ser una auténtica plaga-
  Se que las comparaciones son odiosas pero mientras lo leía, no pude evitar pensar en La marca del meridiano, donde tal como comenté en su día me pareció que las críticas de autor (desde las hipotecas basura a  Ryainair)  rompían el ritmo de la novela. Aquí sin embargo, están bien hiladas y fluyen con naturalidad.
  Si aún no lo habéis leído, os lo recomiendo vivamente; no os decepcionará. Espero con expectación la segunda novela del autor. ¿Estará a la altura? Y de nuevo me viene otro nombre a la cabeza, Jesús Carrasco, ya que hace unos días estuve en el cine viendo la adaptación que Benito Zambrano hizo de su primera obra Intemperie. Esta novela me pareció maravillosa aunque tremendamente dura; sin embargo, la segunda, no me pareció que estuviera a la altura. De esa misma opinión era la persona que me acompañó al cine. ¡Veremos que sucede en el caso de Eduard Palomares!

Comentarios

Carmina ha dicho que…
Deberias estar prohibida o penada, ya no sé, un investigador que es un pringado, una novela sin clichés, yo la quierooooo
Al calor de los libros ha dicho que…
Ya había leído otra reseña y me llamó la atención. Regreso a la novela clásica detectivesca. Una opción estupenda de lectura.
Un abrazo
lammermoor ha dicho que…
Carmina además de ser un soplo de aire fresco entre los protas de novela negra que nos encontramos últimamente es que la novela está muy bien escrita. Estoy segura de que la disfrutarías.

Hola Al Calor de los libros te animo a leerla. Ya la he recomendado de viva voz en varias ocasiones y si no lo hice antes en el blog es porque he tenido una temporada un poco complicada y no veía el momento de terminar de pulir la entrada