(A pesar de que es una flagrante contradicción, os pido perdón por salirme completamente de la tónica habitual del blog, pero necesitaba este "pequeño" desahogo)
No creo que nadie que trabaje en la administración se haya librado de oír en alguna ocasión eso de “Su sueldo se lo pago yo”. En muchísimas ocasiones me tuve que contener para no responder “Y yo a usted su prejubilación” (trabajo en un concejo minero). Otra variante que además se utiliza como argumento para asentir ante los recortes es la que dice que mi sueldo, y el de todos mis compañeros, sale de sus impuestos. No lo discuto pero me gustaría saber para qué se utilizan los míos; porque también yo los pago: el I.R.P.F, el I.B.I, la “Viñeta”, incluso un recargo sobre la gasolina (en Asturias a los impuestos estatales sobre el combustible tenemos que añadir el recargo regional). Eso por no hablar del IVA o el canon digital.
No creo que nadie que trabaje en la administración se haya librado de oír en alguna ocasión eso de “Su sueldo se lo pago yo”. En muchísimas ocasiones me tuve que contener para no responder “Y yo a usted su prejubilación” (trabajo en un concejo minero). Otra variante que además se utiliza como argumento para asentir ante los recortes es la que dice que mi sueldo, y el de todos mis compañeros, sale de sus impuestos. No lo discuto pero me gustaría saber para qué se utilizan los míos; porque también yo los pago: el I.R.P.F, el I.B.I, la “Viñeta”, incluso un recargo sobre la gasolina (en Asturias a los impuestos estatales sobre el combustible tenemos que añadir el recargo regional). Eso por no hablar del IVA o el canon digital.
No hay que perder la capacidad de reirse de uno mismo |
Vivimos estupéndamente! Harta, opté por responder: Si quieres vivir tan bien como yo, ya sabes que tienes que hacer ¡A lo que enseguida te responden, Ah, no ¡No quiero estudiar! Hay quien reconoce que efectivamente la plaza la ganamos pero luego… ya no tenemos más que esperar a la jubilación ¿De verdad? Esos mismos que me reprochan el vivir tan bien y no tener que molestarme, son los que me preguntan con cara de asombro para qué quiero hacer un curso de formación. Porque - ¡Oh sorpresa! –quienes trabajamos en la administración seguimos estudiando y poniéndonos al día. Bien porque pertenecemos a un campo específico como es el mío o porque la nueva legislación es compleja de aplicar (Legislación del suelo; Ley de contratos del estado; Protección de Datos; facturación electrónica,…)
Los comentarios sobre que siempre estamos tomando el café o haciendo la compra son continuos. Quizás lo desconozcan pero todos los trabajadores con jornada continua (ya sean funcionarios, empleados de banca, dependientes de comercio o trabajen en una empresa de limpieza) tienen derecho a media hora de descanso, que habitualmente se aprovecha para tomar un refrigerio; de ahí que a ese descanso se conozca coloquialmente como “el café” o “el pincho”. El estatuto de los trabajadores y los respectivos convenios laborales regulan ese tiempo pero no establecen en qué deben emplearse. Por tanto, no incurro en ningún tipo de falta cuando utilizo esa pausa para hacer la compra; algo que, por otra parte hago no por trabajar en la administración sino por ser mujer. Es lo que se llama conciliar vida laboral y familiar o doméstica.
Recortar siempre por la parte más debil |
Y los usuarios y ciudadanos en general. ¿Están ellos eximidos de ser agradables con quienes trabajamos en la administración? Un señor me dijo una vez que “él me pagaba mi sueldo y por ello estaba obligada a aguantarle”. Más de una vez he tenido que soportar que me digan “que no quiero hacer mi trabajo” cuando simplemente estoy tratando de explicarles que se han dirigido erróneamente a mi departamento o faltan datos. Una señora casi me insultó cuando le dije que los certificados de nacimiento se obtienen en el Registro Civil, que no es lo mismo que el Archivo Municipal.
Déjenme pensar en alguna otra de las lindezas que he escuchado en estos últimos días. ¡No somos productivos! No lo soy en tanto que no fabrico coches, construyo edificios o vendo jabones. Pero sí en cuanto desempeño mi trabajo y gracia a él usted puede demandar al constructor de su vivienda por los problemas de la misma. También cuando gracias a nosotros puede obtener una pensión no contributiva u obtener pruebas que le permitirán ganar un juicio o… ¿Se ha parado alguna vez a pensar que el beneficiario último y real de mi trabajo es usted?
Se repite, como si de un mantra se tratara, que la administración pública debería gestionarse con los mismos criterios de la empresa privada. Les recuerdo que el fin último de esta es la obtención de beneficios económicos y que en sus actuaciones busca su interés particular. Las administraciones públicas por su parte, sirven con objetividad los intereses generales y se rigen en su actuación por los criterios de eficiencia y servicio a los ciudadanos. (art. 3 y 4 de la Ley 30/92 de Régimen Jurídico de las Administraciones y Procedimiento Administrativo Común)
Este es el verdadero mal de la administración, el exceso de "jefes" |
Lo primero que les pediría a los políticos es que dejen de hacer demagogia y de adoptar medidas populistas pero ineficaces –no otra cosa es la reducción del sueldo a los empleados públicos y ahora la congelación salarial- Lo eficaz sería reducir, mejor eliminar, el creciente número de personal de confianza –cuyas mayores y mejores capacitaciones suelen ser el parentesco, amistad o afinidad política-. Reducir el número de liberados –concejales y sindicales- o suprimir las fundaciones y empresas públicas que en la mayor parte de las ocasiones son creadas ad hoc para dar un puesto, muy bien remunerado, a alguien cercano y/o evadir el control fiscal del gasto.
Mientras que nosotros los simples mortales –y esto vale para todos los trabajadores- tenemos que cotizar 35 años (ahora más) para recibir una pensión, los diputados y senadores, cuyos sueldos computan con cargo al erario público y por tanto también forman parte de la administración), necesitan mucho menos. Quien haya sido ministro (aún los más incompetentes) recibirá una pensión vitalicia; también los ex altos cargos –y no solo del estado, sino también en las comunidades autónomas- pero ESO NO SE TOCA.
Hablan de la necesidad de aumentar la productividad y la única medida que se les ocurre es aumentar la jornada laboral. No se habla para nada de reducir el número de horas sindicales o el número de liberados (dejo este tema aparte). O de reorganizar los departamentos teniendo en cuenta tan solo los criterios de racionalización y eficiencia de los recursos (humanos, técnicos y materiales)
Otro ejemplo de populismo (y de falta de originalidad) es la reciente declaración de nuestro flamante ministro de justicia. Para reducir el atasco judicial, los juzgados “se abrirán en agosto”. Una medida similar (los políticos además de poca ética, tienen poca imaginación) fue propuesta por el ministro anterior: abrir los juzgados por la tarde. Ninguno menciona la inversión en personal –hay un montón de juzgados que no tienen juez titular – y en equipamiento informático (que no consiste simplemente en poner ordenadores sino en dotar a los juzgados de programas EFICACES y que les permitan compartir información con el resto)
Es demagogico hablar de mejorar la enseñanza y elevar el nivel educativo del país; el presidente habló de "atraer a la enseñanza a los mejores", como sucede en Islandia. La diferencia es que alllí los profesores on altamente valorados mientras que aquí...vemos la escuela como un aparcadero de niños (no otra cosa es la propuesta de alargar el curso hasta el 31 de julio y comenzarlo el uno de septiembre). Extraña forma de motivar a los profesores ofreciéndoles menor sueldo que antes y mayor carga lectiva . Tampoco entiendo como se mejora la calidad de la enseñanza si no se contratan interinos y quedan plazas sin cubrir.
Ya sé que todo lo dicho no evitará que muchos sigan tildándonos de vagos y diciendo eso de que nuestro sueldo sale de sus impuestos -vuelvo a preguntar que se hace con los míos- ni servirá para que los políticos sean un poco más éticos e imaginativos. Pero como dicen en un anuncio…. Gritar NO PIDO PERDÓN no tiene precio.
El rincón musical de hoy es fácil: La funcionaria asesina
Comentarios
Una gran entrada!!
Un abrazo!!
Yo, por trabajo, me paso el día de administración pública en administración pública y allí hay gente maja, gente borde, etc, igual que en todas partes (el otro día mi novio decía que no iba a volver a tal bar del mal gesto que le habían hecho).
Lo de recortar sueldos a los que más bajo lo tienen, en vez de recortarselo los políticos... además de ahorrarse enchufes que pagamos todos... en fin, es lo que todos pensamos, creo.
Ahora, lo de la hora del café, voy a discrepar (un poquito): es cierto que todo el mundo tiene derecho al descanso, por ley. Pero que me explique alguien, por favor, por qué los de Transmisiones de la Junta se van a tomar café todos a la vez justo en el momento en el que la cola alcanza su máximo... teniéndonos a veces hasta 45 minutos esperando (como lo lees, te lo digo totalmente en serio!). Extrapolable, ya que lo mencionaste, al Registro Civil, donde cuando consigues entrar (la cola sale de la sala y la haces en el pasillo) ves que solo hay una chica atendiendo (cuando normalmente hay 3).
Es que quería desahogarme con lo de las colas y los cafés :)
Mi experiencia particular con el personal de empresas públicas y privadas es la misma, en todas partes hay estupidos, ineficaces y vagos en la misma proporción... y también gente inteligente, amable y trabajadora, por supuesto.
Los políticos y los empresarios nos utilizan como muleta, si la gente se mete con nosotros, no se fija en ellos.
" Como resposta al correu sobre “funcionaris” que he enviat abans, m’estan arriban una pila sobre el tema......,
Resulta que en la década prodigiosa del pelotazo, cuando media España se lo llevaba caliente a casa, cuando un encofrador sin estudios se embolsaba tres mil euros, cuando hasta el último garrulo montaba una constructora y en connivencia con un par de concejales se forraba sin cuento, cuando un gañán que no sabía levantar tres ladrillos a derechas se paseaba en Audi, los funcionarios aguantaban y penaban. Nadie se acordaba de ellos. Eran los parias, los que hacían números para cuadrar su hipoteca, hacer la compra en el Carrefour y llegar a fin de mes, porque un nutrido grupo de compatriotas se estaba haciendo de oro inflando el globo de la economía hasta llegar a lo que ahora hemos llegado.
Y ahora que el asunto explota y se viene abajo, la culpa del desmadre. es de los funcionarios. Los alcaldes, diputados y senadores que gobiernan la cosa pública a cambio de una buena morterada no son responsable de nada y nos apuntan directamente a nosotros: somos demasiados, hay que ultracongelarnos, somos poco productivos. Los responsables bancarios que prestaron dinero a quienes sabían que no podrían devolverlo tampoco se dan por aludidos. Todos los intermediarios inmobiliarios, especuladores, amigos de alcalde y compañeros de partida de casino de diputado provincial no tenían noticia del asunto. Nosotros sí. Como diría José Mota: ¿Ellos? No. ¿Nosotros? Si. Siendo así que ellos? No. Por tanto, nosotros? Si.
La culpa, según estos preclaros adalides de la estupidez, es del juez, abogado del estado, inspector de hacienda, administrador civil del estado que, en lugar de dedicarse a la especulación inmobiliaria a toca teja, ha estado cinco o seis años recluido en su habitación, pálido como un vampiro, con menos vida social que una rata de laboratorio y tanto sexo como un chotacabras, para preparar unas oposiciones monstruosas y de resultado siempre incierto, precedidas, como no podía ser de otra forma, de otros cinco arduos años de carrera. Del profesor que ha sorteado destinos en pueblos que no aparecen en el mapa para meter en vereda a benjamines que hacen lo que les sale de los genitales porque sus progenitores han abdicado de sus responsabilidades. Del auxiliar administrativo del Estado natural de Écija y destinado en Barcelona que con un sueldo de 1000 euros paga un alquiler mensual de 700 y soporta estoicamente que un taxista que gana 3000 le diga joder, que suerte, funcionario..." Y sigue...
En la administración como en todos los lugares cuecen habas, pero no todos, ¡por dios!
Lammermoor tu tranquila y no pidas perdón, tu trabajo y estudios te ha costado tener una plaza. Lo que debemos hacer todos es trabajar en serio, a ver si los políticos aprenden.
Un abrazo
Teresa
Yo tampoco pido perdón. Es más, creo que tanto los políticos como aquellos ciudadanos sin espíritu crítico a los que les parece bien que nos hayan convertido en los “chivos expiatorios” de la crisis, deberían pedírnoslo a nosotros. Al igual que en la Edad Media se acudía a quemar las juderías cuando la coyuntura era mala (pestes, malas cosechas, etc.), ahora se recurre a al ataque y desprestigio de los funcionarios. Yo tampoco pido perdón ni perdono a los que nos “queman” socialmente.
Yo acabé por utlizar con esa gente (los anti-funcionarios) el látigo del desprecio alegre y la ironia sarcástica: Que sí, que sí, que tienes razón, tío, que vivimos como dios, sin pegar un sello y blablabla. Que se jodan los envidiosos!
No sabes lo que me ofende que diga que soy una vaga un tipo que está casa prejubilado y cobrando una pasta.
La mayor parte de la gente es amable, eficaz y trabajadora ya sea en la administración, el autobús o la Taquilla de El Prado. Y también hay estúpidos en todos esos sitios; por desgracia, suelen ser los que más se ven.
Y sí, hay m
Y sí, aunque la gente no se lo crea en la administración se trabaja y la mayoría mucho y bien.
¡Ay, Larra, cuanto daño nos has hecho! .)
P.D: un posible autor para el reto de los 25 españoles podría ser Pérez Galdós con Miaul :D
Loo que más me ofende es eso, que se por sentado que todos somos unos vagos, que pedimos bajas falsas (es la última cosa de que nos están acusando) etc, etc. La mayor parte hace su trabajo lo mejor posible.
Otro abrazo para tí.
A veces también hago eso que tu dices pero otras, me apetece contestarles alguna impertinencia a la altura de las que ellos me dicen.
besotes wapa
En fin, que me ha parecido estupendo tu desahogo, un besazo enorme.
xG
Lammermoor, hay que gritar, ya que lo fácil es criticar, señalar ...en vez de proponer soluciones, que es lo que todos necesitamos.
Me muevo por trabajo en ambos espacios, público y privado, veo mucho esfuerzo, muchos miedos...
Hay algo que me obsesiona desde hace tiempo, necesitamos visiones diferentes, propuestas arriesgadas, y estas están en "personas", a las que hay que incentivar, pero sobre todo respetar.
Esfuerzo, responsabilidad, conocimiento y gritar más!!
Un abrazo ;-)
En la viña del señor hay de todo (en ambos lados) personas amables y que es un gusto te atiendan -y atender, supongo- y personas que son majaderas -de ambos lados-
Espero que el día de hoy estés mejor (y que blogger me deje poner mi comentario porque hoy está de lo más majadero)
un beso,
Ale.
;)
te mando un abrazote, y te deseo que el día de hoy te toquen puras personas amables por atender.
Un beso,
Ale.
Soy médico y aunque no funcionario, al no trabajar en el ICS, soy “laboral indefinido”, por oposición, eso sí, y trabajo en la sanidad pública. En Cataluña, como somos tan peculiares, o eso nos quieren hacer creer quienes se benefician de ello, tenemos conciertos para todo, lo que convierte a la Administración pública catalana en algo un tanto opaco. En Sanidad, aquí llamada Salud, para ser funcionario tienes que aprobar las oposiciones del ICS (Institut català de la Salut), pero claro el ICS tiene pocos hospitales de titularidad propia y cada vez menos centros de atención primaria, pues la tendencia es a ofrecer la gestión a los diferentes consorcios sanitarios o directamente a empresas privadas, lo que me parece una vergüenza. En la ciudad de Barcelona, sólo uno de los cuatro grandes centros hospitalarios públicos tiene al ICS como titular.
A lo que íbamos; imbéciles los hay en todas partes, sean funcionarios, laborales, privados o parados, y gente estupenda y competente también. Pero en las empresas públicas sobran enchufados y no necesitamos tantos “gestores”, sin más mérito que poseer el carnet del partido político correspondiente.
Los sindicatos han de comportarse como tales y no como si fueran partidos políticos, sólo aspirando a tener más representatividad y, en consecuencia, más poder.
No es serio que los gerentes y directores generales cambien cada dos o tres años y que nunca sean gente de la “casa”, sinó venidos de fuera. La hipótesis de que para gestionar bien hay que fichar a alguien externo “no contaminado” es una barbaridad y quienes, por ineptitud o directamente por puro interés, aconsejan que así sea, son los profesores de las escuelas de negocios, donde -si pagas un pastón- te admitirán , te darán un título y te considerarán “uno de los suyos”. ¿Qué cómo entrar en “la familia”? Muy fácil: con dinero. ¿Qué quién paga entre 60.000 y 100.00 € por un “master en gestión de lo que sea” ? Pues el particular que puede permitírselo o el gestor que tiene carnet del partido, que está trabajando en la pública y como dispone de dinero de titularidad pública para administrar, utiliza parte del mismo en su beneficio y se paga un curso en la privada. ¿Qué por qué son tan caros ? Pues porque aunque no aprendan nada, y no aprenden nada, permiten que los docentes se forren y los alumnos se coloquen en las empresas privadas, de modo inmediato los particulares y cuando pierdan el poder, los “políticos”, que ya han conseguido -pagando con nuestro dinero- el pase VIP. Cuando el partido X está en el poder, los centros de ESADE, IESE, EADA…se llenan de “gestores” afiliados a ese partido X. Qué casualidad. Pienso que hablo de algo común a todas las autonomías. Un asco, en definitiva.
Hay que defender lo público, pero hay que exigir que se gestione bien y, desgraciadamente, los trabajadores, sean privados o públicos, nos movemos muy poco y así no cambiaremos nada.
Para evitar suspicacias, ahora son las 13.30 y estoy escribiendo, no porque me esté tocando las narices en mi trabajo, sinó porque hoy tengo fiesta al tener guardia este fin de semana.
Un saludo.
El problema es que los de arriba -banqueros, diputados, etc, etc,- quieren mantener sus privilegios y para ello intentan contarnos milongas.
Sé que hay funcionarios que se saltan sus obligaciones pero ¿por qué nos meten a todos en el mismo saco?
Harta.
PD.- No me importa que te hayas salido de la tónica de tu blog.
Y sí, la incentivación no sobraría (a veces cuesta mucho mantenerla) pero sobre todo lo que pido es respeto por mi trabajo, lo mismo que yo procuro tener por el de los demás
Pues claro que hay funcionarios que se saltan sus obligaciones, y también comerciales y albañiles y....No confundamos al individuo con el conjunto.
Siempre me ha gustado la frase, creo que de Groucho, “jamás aceptaría pertenecer a un club que me admitiera como socio” y aunque sea una boutade, me sirve para refererime a la política y a los políticos de una manera más o menos general. No parece muy serio que en un Parlamento, doscientas personas voten NO y otras tantas voten SI, por el simple hecho de pertenecer a un partido político o a otro, como si todo fuera blanco o negro, sin matices. ¿Cómo fiarse de gente así? Seguramente exagero, aunque pienso que sólo un poco. Lo que sí he comprobado en los veinticinco años que llevo trabajando en la pública, es que cuando cambia el partido en el poder, cambian los gestores, pero a los anteriores siempre se les reubica. Para unas cosas o blanco o negro, pero a la hora de cobrar si valen los matices.
En cuanto a los imbéciles, aprovechados, etc. no son patrimonio de un lugar o profesión en particular. El problema de la administración pública es que cada partido que tiene el gobierno piensa que eso es su cortijo y lo llena de enchufados y amigos, que por supuesto se convierten en jefes que no tienen ni idea y no dejan trabajar a los técnicos que si saben de que va la cosa.
Sobre los sindicatos... en mi administración sindicato y partido son uno.
En cuanto a que es mejor traer un gerente o director de fuera... Suelen pensar que nosotros no tenemos ni idea. Luego viene una consultora a la que le han pagado una millonada y dice lo mismo que has dicho tú en un informe del que no hicieron ni caso (me ha pasado)
Estoy contigo; hay que defender lo público pero exigir una buena gestión. En cuanto a lo de no movernos... de verdad que estoy pensando en impulsar el movimiento NO PIDO PERDÓN
Lo de las horas, con este sistema de comentarios anidados, va por libre. Creo que voy a volver al sistema habitual.
Disfruta del resto del día y que la guardia sea llevadera.
Por supuesto que hay de todo -tengo unos cuantos ejemplos en el ayto de vagos e incompetentes- y también a mí (a nosotros) nos toca bregar con ellos. No voy a entrar en lo de las licencias y urbanismo porque me saldría del tema. Los políticos (al menos los que yo conozco de primera mano) no quieren técnicos que piensen, tan solo que hagan o informen lo que ellos quieren.
Sobre los sindicatos, tan solo un esbozo. Tras ganar las elecciones por, se crearon una serie de puestos y mandos intermedios que fueron cubiertos por miembros del sindicato. A excepción de un par de ellos que estában cualificados para el puesto (y eso fue por accidente) los demás...
Ay, me caliento y ya me veo escribiendo otro "desahogo"
Por una parte me alegra haber llegado tan sumamente tarde a hacer este comentario, porque he tenido la suerte de ver cuántos apoyan esta entrada tuya.
Estoy de acuerdo punto por punto con lo que dices. Más aún, en alguno de los apartados diría que has estado muy diplomática, cosa que también comprendo a la perfección.
Subrayo el comentario de detectives salvajes. A mí, en persona, un fontanero me llegó a decir que por mi sueldo, él no se levantaba de la cama. Textual. Claro era la época en que a los perros se les ataba con longanizas.
Sólo nosotros -los funcionarios- sabemos que nunca hemos podido hacer grandes dispendios, ni meternos en tremendas inversiones, porque sabíamos lo que iba llegar a fin de mes a nuestra cuenta corriente.
Sólo nosotros hemos sufrido congelaciones y subidas por debajo del IPC mientras que el resto de trabajadores firmaban convenios colectivos que siempre iban por encima de tal índice.
Sobre los políticos prefiero no hablar, porque ocuparía demasiados párrafos. Lo único que digo que si tiran de nosotros es porque somos la parte más débil del engranaje, porque -como muy bien apuntas- no hay imaginación (ni ganas de usarla).
¿Autocrítica?
Pues mira, en este momento no me da la realísima gana. Ya hay demasiadas críticas externas, como para dar ideas.
¿Tenemos que mejorar?
Pues claro, pero también tienen que mejorar en el banco, en el supermercado, los empresarios que defraudan a la Seguridad Social contratando ilegalmente, quienes simulan enfermedades para no acudir a su puesto de trabajo, abogados que no cumplen con plazos en los tribunales, taxistas que alargan los itinerarios para cobrar más...
¿Esto quiere decir que cualquiera de estos gremios esté lleno de irresponsables o ladrones? Evidentemente no. Al contrario, la mayoría somos cumplidores de nuestro deber y, es más, en muchas ocasiones acabamos por ejercer nuestro trabajo como si fuera algo en lo que nos va la vida.
Por supuesto, los funcionarios también.
Ahora en serio, pensé en publicarla sin dejar comentar o moderándolos. Me ha sorprendido -muy gratamente, además- no solo el número de respuestas sino el apoyo a ella.
Cuando me puse a escribir me salieron cinco páginas y creciendo. Para publicarlo en el blog tuve que cortar bastante. Intenté también ser "denotativa" (en la primera versión se notaba mi enfado al escribir)
Estoy contigo, para que hacer autocrítica cuando hay tantos que nos critican ya.
Sobre los políticos que decir: se me ocurren unas cuantas propuestas que podrían aplicar (y que no pasan por llamarnos tramposos diciendo que cogemos falsas bajas y demás lindezas)