A finales del XIX y principios del XX, la ciencia experimentó un espectacular avance en varios campos, especialmente en los de la física de partículas (mecánica cuántica), física del universo (teoría de la relatividad), y varias áreas de la química y la biología. Una consecuencia lógica, en mi opinión, es el florecimiento del género. Empezaron a dedicarse a la CF autores con una sólida formación académica, destacando sobre todos Asimov (1920-1992) y Clarke (1917-2008). Estos dos, junto con Robert Heinlein (1907-1988) suelen ser considerados como los tres autores de CF más importantes. Isaac Asimov tiene un estilo muy ágil y dinámico, se lee con facilidad. Es un autor muy prolífico. Escribió, además de CF, divulgación científica, divulgación histórica, novela policíaca y de misterio… Soy de la opinión de que, en el fondo, Asimov era un gran conversador (o un gran charlatán) y de que, careciendo del auditorio necesario, se dedicaba a escribir todo lo que se le ocurría. En cuanto a su obra de CF, procura mantener el máximo de rigor y verosimilitud científica; sin embargo, esto no condiciona la trama, sino que el tópico científico propuesto es punto de partida para explorar el comportamiento humano en situaciones nuevas.
Destacan sus relatos de robots (Yo, robot, 1950; Las bóvedas de acero, 1954, con la que inaugura la ciencia ficción policíaca, El sol desnudo, 1957, etc.). En un relato de 1942 enuncia las llamadas Tres Leyes de la Robótica (1ª. Un robot no puede dañar a un ser humano, ni por omisión dejar que este sufra daño. 2ª. Un robot debe obedecer a todo ser humano, excepto en lo que contradiga la primera ley. 3ª. Un robot no puede dañarse a sí mismo, excepto en lo que entre en contradicción con las dos leyes anteriores). Estas tres leyes están siendo consideradas actualmente ante los avances que se dan en Inteligencia Artificial, como referencia para marcar los límites técnicos y éticos de los futuros robots..
En la serie de las Fundaciones o Ciclo de Trántor (Fundación, 1951; Fundación e Imperio, 1952; Segunda Fundación, 1953; Los Límites de la Fundación, 1982 y Fundación y Tierra, 1986) se propone otro tema recurrente: la civilización humana extendida por toda la Galaxia en un futuro lejano. Crea el término y el concepto de la psicohistoria, una técnica de predicción del comportamiento estadístico a partir del análisis psicológico de las poblaciones a lo largo de la historia. En un sentido diferente, el término ha sido adoptado por los historiadores.
En El fin de la Eternidad, 1955, explora las posibilidades de los viajes a través del tiempo, sus paradojas y sus consecuencias sociales. Existe una especie de organización paralela y semisecreta (La Eternidad) que, en el fondo, gobierna el mundo mediante la estrategia de introducir cambios en el pasado para cambiar el curso de la historia. Esta novela, enlaza con la llamada ciencia ficción social, de la cual los mejores ejemplos son Un mundo feliz (1932) de Huxley, 1984 (1948) de Orwell, Faherenheit 451 (1953) de Ray Bradbury y La Naranja Mecánica (1962) de Anthony Burgess. Para este subgénero se ha acuñado el término de novela distópica, por contraposición a utópica. A quien le sorprenda ver estos títulos entre los de CF, le remito a las difusas fronteras de los géneros literarios.
El Fin de la Eternidad es para mí la mejor novela de Asimov, aunque la serie de las fundaciones están consideradas comúnmente como la mejor serie de CF de la historia.
Viaje Alucinante, 1966, fue escrito por Asimov, por encargo, a partir del guión de la película del mismo título. Es una “alucinante” lección de anatomía y fisiología humanas desde dentro. Un submarino miniaturizado con varias personas a bordo (entre ellas Rachel Wells, en la película) recorre el interior del cuerpo de un científico. Esta novela es un producto evidente de la guerra fría de entonces. La posición del autor es la de un patriota norteamericano.
El rincón musical de este capítulo está inspirado en el propio Asimov: I, Robot, de Alan Parsons Proyect
Destacan sus relatos de robots (Yo, robot, 1950; Las bóvedas de acero, 1954, con la que inaugura la ciencia ficción policíaca, El sol desnudo, 1957, etc.). En un relato de 1942 enuncia las llamadas Tres Leyes de la Robótica (1ª. Un robot no puede dañar a un ser humano, ni por omisión dejar que este sufra daño. 2ª. Un robot debe obedecer a todo ser humano, excepto en lo que contradiga la primera ley. 3ª. Un robot no puede dañarse a sí mismo, excepto en lo que entre en contradicción con las dos leyes anteriores). Estas tres leyes están siendo consideradas actualmente ante los avances que se dan en Inteligencia Artificial, como referencia para marcar los límites técnicos y éticos de los futuros robots..
En la serie de las Fundaciones o Ciclo de Trántor (Fundación, 1951; Fundación e Imperio, 1952; Segunda Fundación, 1953; Los Límites de la Fundación, 1982 y Fundación y Tierra, 1986) se propone otro tema recurrente: la civilización humana extendida por toda la Galaxia en un futuro lejano. Crea el término y el concepto de la psicohistoria, una técnica de predicción del comportamiento estadístico a partir del análisis psicológico de las poblaciones a lo largo de la historia. En un sentido diferente, el término ha sido adoptado por los historiadores.
En El fin de la Eternidad, 1955, explora las posibilidades de los viajes a través del tiempo, sus paradojas y sus consecuencias sociales. Existe una especie de organización paralela y semisecreta (La Eternidad) que, en el fondo, gobierna el mundo mediante la estrategia de introducir cambios en el pasado para cambiar el curso de la historia. Esta novela, enlaza con la llamada ciencia ficción social, de la cual los mejores ejemplos son Un mundo feliz (1932) de Huxley, 1984 (1948) de Orwell, Faherenheit 451 (1953) de Ray Bradbury y La Naranja Mecánica (1962) de Anthony Burgess. Para este subgénero se ha acuñado el término de novela distópica, por contraposición a utópica. A quien le sorprenda ver estos títulos entre los de CF, le remito a las difusas fronteras de los géneros literarios.
El Fin de la Eternidad es para mí la mejor novela de Asimov, aunque la serie de las fundaciones están consideradas comúnmente como la mejor serie de CF de la historia.
Viaje Alucinante, 1966, fue escrito por Asimov, por encargo, a partir del guión de la película del mismo título. Es una “alucinante” lección de anatomía y fisiología humanas desde dentro. Un submarino miniaturizado con varias personas a bordo (entre ellas Rachel Wells, en la película) recorre el interior del cuerpo de un científico. Esta novela es un producto evidente de la guerra fría de entonces. La posición del autor es la de un patriota norteamericano.
El rincón musical de este capítulo está inspirado en el propio Asimov: I, Robot, de Alan Parsons Proyect
Comentarios
Además de haber leído ficción (y nunca mejor dicho) de Asimov, me encantó su libro de divulgación científica "Los Egipcios".
No vuelvo a decir lo de El Cuento de la Criada, verdad?? :-)
Tendré que visitar la biblioteca paterna y abastecerme de Asimov...
Hace poco se estrenó la versión remasterizada de La Naranja mecánica, coincidiendo con su ?aniversario. Probablemente la película más violenta y desagradable que haya visto nunca (con un final al estilo de Alguien Voló sobre el nido del cuco)
Para acabar, no puedo pasar por alto las distopías. Hace un par de semanas acabé Farenheit 451 (imprescindible), lo mismo que 1984 o Un mundo Feliz.
Son muy amenos -en mi opinión- y se aprende mucho de una forma muy divertida.
Isi y lammermoor, para darle una oportunidad a Asimov, yo empezaría por El fin de la eternidad. A mí me gustó también, en su día Yo, robot, que son relatos cortos.
En cuanto a su obra de divulgación histórica, reconozco no haber leído nada por cierto prejuicio en cuanto a su categoría como historiador. Tal vez empiece,porque como divulgador es extraordinario.
La naranja mecánica es una película violenta, pero, aparte de tener mucha enjundia dentro, si la comparamos con las cosas de Tarantino, resulta casi infantil.
Además está dirigida por San Stanley Kubrick, director, entre otras de 2001 una odisea espacial. Esto es una garantía de calidad (en mi modesta opinión).
PD: Suprimí el comentario anterior para corregir alguna cosa
Ví la Naranja mecánica y me quedé sin palabras durante horas, entre la estética, la violencia expuesta y la contenida... me impactó.
Sí he leído 1984 y Un mundo feliz, recuerdo leermelos en las clases de Historia de 3ero de BUP, mientras la profesora explicaba yo leía absorbida por esos mundos extraños.
Salu2
A sus Leyes de la Robótica, que marcaron un punto de referencia en los estudios de IA, como bien decís, le sumaría otro clásico de la ciencia ficción, R.U.R., de Karel Čapek, la primera obra en la que se usó la palabra robot.
Por cierto, Asimov es el ejemplo de cómo la literatura pulp se hizo popular en EEUU y dio origen a un interesante movimiento literario. En España siempre se despreció estas obras, lo que marca nuestro retraso en el género (aunque hay obras muy, pero que muy recomendables).
Un abrazo.
La naranja mecánica no la he visto. Todavía no estoy preparada, y ya sé que con toda la novela negra que leo debería de estar curada de espantos, pero por lo que me han contado creo que de momento no puedo enfrentarme a ella. ¡Intento proteger mi cándida alma!
Un abrazo.
Para que os hagáis una idea de por qué no podría volver a verla: cuando fuí al cine a ver Sin City, pasé casi todo el tiempo mirando para otro lado. Otra película muy, muy violenta.
Efectivamente, R.U.R. de 1920 es la primera vez que se usa la palabra robot, que procede del checo "robota", trabajo o tarea. Los robots de Čapek eran orgánicos, al estilo de los de Alien o Terminator.
Asimov es una referencia fundamental y muchos de sus relatos cortos son una buena lectura de comienzo para el género.
Lucía comenta que no se atreve a leer La Naranja Mecánica, pese a que lee mucha novela negra... a mí me pasa lo mismo. No puedo leer novelas, ni ver películas violentas, ni me planteo ir; sin embargo, la novela, o las películas "negras", no me afectan de esa manera. Creo que es porque es una violencia mucho más "limpia": te pegan un tiro (o unos cuantos) y listo, pero no hay situaciones de terror, sea físico o psicológico.
Yo tengo apuntado a Asimov en mi libreta desde que Isi recomendó uno de sus libros (¿si fue Isi???ash, que tengo perdida mi libreta y me da el ataque no estar segura...más ataque me da que comienza la FIL mañana y yo sin fusil).
Por lo que leo, un autor muy recomendable. Estaré al tanto de lo que vea suyo mañana.
Gracias a todos (porque los llevaré en mi cabeza esta semana...ahí andarán conmigo a la caza de los mejores títulos)
Disfruta en la FiL
Un abrazo.
Estodevivir, la serie no la estoy escribiendo yo -como le digo a Carmina sobre ese género apenas conozco nada. Si la c.f. es tu género favorito, espero que disfrutes con ella.