¡Al fin! ¡Con las ganas que tenía
de que esto sucediera! Es un gustazo
poder asomarse al interior de una librería aunque en aras de esta ANORMALIDAD en que estamos inmersos (de la
neolengua que nos quieren imponer ya hablaremos) , reconozco que iba un poco
cohibida.
Mascarilla y guantes; miedo a
moverme demasiado y tocar los libros –con lo que me gusta tenerlos en la
mano, leer la contraportada e incluso darle un vistazo al principio del libro. Mantuve la “distancia social “con los libros y
lo que hice fue ir preguntándo al librero por los títulos que me venían a la
mente
Mi intención inicial era comprar un solo
libro; en concreto, 1793 del que he oído muy buenas referencias. En su lugar
salí de allí con Solenoide, de Cartarescu (según el librero, el mejor de los de
este autor); La condesa sangrienta, de Valentine Penrose, que habían
recomendado en Página 2, y una novela negra de Alan Parks, Enero sangriento
Por si no fuera suficiente con la compra de estos tres libros,
le pedí que intentara localizarme dos títulos
en italiano: La Costola di Adamo,
de Antonio Manzini -el segundo título de
su protagonista, Rocco Schiavone- y L’annusatrice
di libri, de Desy Icardi. Este
último recién publicado por ADN, con el título de El aroma de los libros.
Me ha pasado en la librería lo que a la mayor parte de la gente en las terrazas; me he dejado llevar por la emoción y ha sido un desenfrene.
Me ha pasado en la librería lo que a la mayor parte de la gente en las terrazas; me he dejado llevar por la emoción y ha sido un desenfrene.
En cuanto a las bibliotecas, también ellas han suspendido plazos. Éramos
muchos quienes teníamos libros cuya devolución vencía después de que se declarase el estado de emergencia y el consiguiente cierre de bibliotecas. Para evitar penalizaciones, se informó de
que los plazos se suspendían (cómo en el
resto del ámbito administrativo,
Lo que han hecho ha sido modificar las fechas de devolución y ahora,
todos los libros que estaban prestados (y dentro de plazo) cuando se declaró el
estado de emergencia, tienen como fecha de devolución el 30 de junio. Por otro lado, las reservas que estaban
hechas han sido anuladas – precisamente tenía reservado 1793- y no es posible
hacerlas nuevas.
Hay que tener en cuenta que todos los libros que sean devueltos tendrán
que estar en cuarentena durante 15 días (me ha llamado la atención porque en el
caso de los archivos, el plazo para los documentos que hayan sido consultados,
será de 10 días). Los horarios también han sido modificados o, más exactamente, reducidos.
En algunas bibliotecas no se podrá acceder al interior y serán los
bibliotecarios quienes busquen los títulos que les pidan.
¡En fin! Toda una serie de medidas que limitarán nuestro disfrute de la visita a la biblioteca pero que debemos sobrellevar con paciencia pues lo que se busca es la seguridad tanto del personal como de los usuarios.
Pendientes de devolución |
¡En fin! Toda una serie de medidas que limitarán nuestro disfrute de la visita a la biblioteca pero que debemos sobrellevar con paciencia pues lo que se busca es la seguridad tanto del personal como de los usuarios.
Sea como sea, lo importante es que librerías y bibliotecas vuelven
a funcionar y que ¡Los libros nos esperan!
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