Ayer fue el día del Libro aunque tuve la sensación de que este año hubo menos celebración que en otros; puede que haya tenido que ver las inminentes elecciones. En cualquier caso, y aunque en los dos último años había obviado ese día, decidí que era el momento de recuperar la tradición y regalarme y regalar algún libro.
Tan solo compré dos libros para mí: Las siete muertes de Evelyn Hardcastle, de Stuar Turton, que tenía ganas de leer ya hace tiempo y Klaus y Lucas, de Agota Kristof, De este libro había leído buenas críticas y Libros del Asteroide es una editorial que no suele defraudarme.
También compré Resulta fácil hablar del día que vas a morir, de Miguel Rojo (es el que aparece envuelto para regalo en la fotografía) Resulta curioso porque cuando entré en la librería fue de los que me llamó la atención pero no me fijé en el nombre del autor. Luego, cuando pregunté por el último libro publicado por Miguel Rojo -mi hermana lo quería y pensé regalárselo por el día del libro- resultó que era ese.
Me llamaron la atención y estuve dudando si comprar o no:
La Chica de la leica, de Helena Janeczek . Este libro obtuvo el premio Strega de Oro en 2018, así que ahora debo decidir si aprovecho Libroviedo para comprarlo o intento conseguir el original en italiano
El doble secreto de la familia Lessage del que también había leído buenas opiniones y que resultó ser una de las recomendaciones de Página 2 esa misma tarde.
Otro título que queda pendiente para la feria del libro de Oviedo La dependienta de Sayaka Muraka; como no lo encontré a la vista, en ninguna de las dos librerías que visité, me marché sin él. Tampoco vi Rialto, 11 que está apuntado en mi lista de Ummm, libro que habla de libros y librerías o bibliotecas Tengo que leerlo.
¡Por los libros que no caducan!
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