Diario de un librero

  Últimamente muchos de los libros que leo están sacados de la biblioteca de Lugones, muy próxima  a Oviedo pero perteneciente al concejo de Siero, uno de los pocos que este año ha conseguido comprar libros. Quizás tendría que tomarme en serio el comentario que me hicieron hace poco diciendo que el blog más que De libro en libro debería llamarse De biblioteca en biblioteca


portada sacada de la pagina de la editorial
  Tal como le comentaba a la bibliotecaria cuando fuí a  recogerlo, siento una atracción fatal hacia todos los libros en cuyo título figura la palabra librería, biblioteca, lector y similares. Así comenzamos una charla sobre diversos títulos incluidos en esta categoría que ambas habíamos leído desde La librería ambulante a  Una lectora nada común pasando por 84, Charing Cross Road, y me hizo  un montón de sugerencias que serán motivo de nuevas incursiones a dicha biblioteca.

  Pero ahora toca hablar de Diario de un librero. en el que su autor, Shayn Bythell, y propietario de la librería de viejo The BookShop, en Wigtown, Escocia, cuenta lo que es su vida de librero durante un año,entre el 5 de febrero de 2014 al 4 de febrero del 2015.

 Cada mes se inicia con una cita de Bookshop memories, de  George Orwell,  y cada entrada diaria comienza con el número de pedidos por internet y los libros encontrados y finaliza con la recaudación y el número de clientes.

    Decir que Bythell nos habla de su día a día en la librería es una obviedad. Desde los  clientes mal educados a sus ayudantes temporales a los problemas de mantemimiento del edificio o la organización del festival literario de Wigtown.

imagen sacada de Pinterest
  Me ha parecido muy interesante todo lo que tiene que ver con lo que es la adquisición de libros -las visitas a casas de personas que quieren deshacerse de su biblioteca o de la de un familiar fallecido. La convicción de muchos de ellos de que poseen auténticos tesoros donde Bythell ve fundamentalmente morralla.

 También me gustaron sus reflexiones (aunque sería más correcto llamarlas diatribas) sobre Amazon y como presiona a las librerías  de viejo (y de nuevo) desde su posición de poder. Hasta el punto de que una mañana sale a disparar a un viejo Kindle y termina por enmarcarlo y colgarlo en un lugar preferente de la tienda. 

  No deja tampoco de ser curiosa la forma en que un librero nos ve a nosotros los clientes. Y viendo algunos de los que visitan The BookShop no me extraña que sienta tanto desdén hacia ellos. No he podido por menos de preguntarme si me habré comportado como alguno de ellos en alguna visita a librería. Desde luego, seguro que sí en eso de dar mal el título que busco o mezclar títulos y autores.

  Me ha sorprendido muy gratamente encontrarme que cita Ensayo sobre la ceguera de Saramago y Sostiene Pereira, de Tabuchi. Junto con El Quijote
El autor (imagen sacada de la pagina de la editorial)
son los únicos libros europeos que se mencionan (y digo europeos con intención ya que los ingleses ya antes del brexit marcaban las distancias con los continentales)
 
  No es un libro desternillante, o al menos yo no me reí a carcajadas, pero si que en muchas ocasiones te hace esbozar una sonrisa y en cualquier caso es uno de esos libros que te dejan una sensación agradable tras su lectura. 

 A pesar de haberlo disfrutado creo que no se lo recomendaría a todo el mundo. Pienso por ejemplo en mis amistades y creo que solo a una de ellas le gustaría.  Por supuesto si eres uno de esos friquis que, como yo, no puedes resistirte  a los libros en  cuyo títulos en que la palabra biblioteca, libreria, libro o lector aparece te lo recomiendo.   Si eres de los que quieres una historia en que pasan todo tipo de cosas y con un ritmo trepidante, ya te advierto que este no es tu libro. 



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