La rubia de ojos negros

Como siempre que pienso que tengo mucho tiempo por delante, se ha acabado abril y mi entrada negra aún andaba intentando coger forma.  Aquí está, con un par de días de demora, mi opinión sobre   La rubia de ojos negros, la novela en que Benjamin Black retoma el personaje de Philip Marlowe.



    Hay dos tipos posibles  de lectores de La Rubia de ojos negros, de Benjamin Black. Los que se han aficionado al género negro de la mano de Hammett y Chandler o lo que es lo mismo, Sam Spade, el agente de la Continental y Philip Marlowe y los que no.  La pertenencia a uno u otro grupo marcará la percepción de la novela.  

   Me preguntaba si quienes no son amantes del género o están acostumbrados a las novelas de detectives actuales disfrutarían con esta obra. Es más que posible que encuentren algo trasnochada una historia en que abundan los gansters y las femmes fatales.  O puede que precisamente sea eso lo que les atraiga conocer a un detective “de los de antes” 

  Los que pertenecemos al segundo grupo   no podremos evitar buscar al viejo Philip Marlowe que nos ha acompañado durante tantas horas de lectura. Eché en falta la ironía que destila el personaje de Chandler y durante toda la novela sentí que había algo impostado en ella. Tan solo dejé  de sentir esa sensación durante el encuentro que Marlowe mantiene con Nico Peterson, casi ya al final del libro. 

 Tendré que releer esta novela.
  En todas los artículos sobre La rubia de ojos negros que he visto se cita El largo adiós,  con la que esta obra enlaza –me parece exagerado considerarlo una continuación. Todos parecen pasar por alto los guiños que el autor hace a El sueño eterno.  Existe cierta semejanza entre la señora Lansgrile y el general  Sternwood.  Ambos tienen hijos drogadictos, si bien ahora se trata de heroína en lugar de opio no en vano  estamos a mediados de los cincuenta.  La forma en que Edwar Everet III y Marlowe se conocen es un guiño al primer encuentro entre este último y Carmen,   la hija pequeña del general.  

   Mientras leía esta novela me venían a la cabeza otras dos. Por un lado, La muerte llega a Pemberley, donde P.D. james se enfrenta al mismo reto que Black aunque con un resultado diametralmente opuesto.  El otro título del que me acordaba es El canto del cuco, de Robert Galbraith (o J.K. Rowling, si lo prefieren) Se trata de una novela que está escrito al más puro estilo clásico.

 Me ha gustado la novela y creo que Benjamin Black ha resuelto con solvencia el difícil reto al que se enfrentaba, pero aún así opino que 
 
A RAYMOND CHANDLER, LO QUE ES DE RAYMOND CHANDLER Y A BENJAMIN BLACK/JOHN BANVILLE LO QUE ES DE BENJAMIN BLACK/JOHN BANVILLE.

  Para el rincón musical he elegido otro mito, este del rock and roll americano, Elvis Presley y de entre todas sus canciones este Suspicous Minds. 

Comentarios

Agnieszka ha dicho que…
Por mucho que me guste ver "El halcón maltés", soy incapaz de leer los clásicos del género. Creo que hay novelas que envejecen y las de Chandler, para mí, son un ejemplo de este fenómeno.
Unknown ha dicho que…
Personalmente prefiero a los detectives de antes con sus tópicos y su dureza, o bien a investigadores totalmente originales que por el momento solo he encontrado en escritores orientales. Suele ser difícil encontrar originalidad en la novela negra y me suelo decantar por esas dos opciones.
Un saludo.
Ana Blasfuemia ha dicho que…
Prefiero también los clásicos de novela negra, pero tengo ganas de probar a Benjamin Black, pero aún más a John Banville.

besos
Izaskun ha dicho que…
A mi también me gustan los clásicos, aunque los giros nuevos de autores como Pedregosa o Villar, también me han conquistado. ¡Larga vida a la novela negra!
Besetes
lammermoor ha dicho que…
Agnieska no ´se que decirte. Chandler lleva tanto tiempo formando parte de mi identidad lectora que no puedo opinar sobre ello. Personalmente creo que hay otros autores del género que han envejecido mucho peor como Ellery Queen o S.S. Van Dine.

Mariuca desde que la novela negra se ha puesto de moda se publica mucho y no todo bueno ¿Has leído la Canción del perro? no recuerdo el nombre del autor pero creo que merece la pena seguirlo

Ana entonces coincidimos :)

Filias ya he perdido la esperanza de que algún día podamos leer Cruces de piedra, empiezo a pensar que Domingo Villar tiene el bloqueo del escritor.
Mar ha dicho que…
Yo me he leído dos libros de John Banville como Benjamin Black ('El otro nombre de Laura' y 'El Lémur') y no me mataron... Además, he salido bastante escarmentada (y decepcionada) este año después de leer 'La muerte llega a Pemberley'. Mi adorada P.D. James no ha estado a la altura... Así que, aunque me gustan las novelas del género (y creo que el secreto es "entrar en el juego"), después de tu reseña no me apetece mucho lanzarme...

¡Un abrazo!
lammermoor ha dicho que…
Perdona, Mar creía que ya te había contestado. ¿Leiste la anterior novela de P.D. James, Muerte en la clínica? Ya me había decepcionado un poco pero aún así nada que ver con el destrozo que hizo de Mr. Darcy y Elisabeth.

Es posible que si no hubiera sido la elegida para el mes de abril en el club de lectura de La Esfera cultural no la hubiera leído pero tampoco está mal. Pero la verdad es que creo que me gustó más la de Robert Galbraith. :)