Pero sí que los títulos aquí incluídos han sido leídos (o terminados de leer) entre mayo y agosto.
(Para ilustrar estas últimas lecturas nada mejor que dos de los cuadros incluídos en la exposición de Hopper)
Oficina en Nueva York |
La librería ambulante, de Cristopher Morley. Su portada (y título) te harán querer leerlo y una vez que empiezes no podrás dejarlo.
Como hablar de los libros que no se han leído, de Pierre Bayard. Un libro que ha generado mucha controversia –no podría ser de otra forma con ese título- y sobre el que me gustaría hablar con más calma.
Mendel el de los libros, de Stephan Zweig. Curioso este Mendel, amante e interesado en los libros aunque no en su contenido. Tan recomendable como todo lo escrito por Zweig.
Tierra roja, de Alfonso Sastre. Una lectura de territorio de la que hablé en Maldito Karma
Los muertos no tienen amigos y Una anciana obesa y tranquila, de Luis Gutiérrez Maluenda. Mi primer contacto con este autor y personaje (Basilio-Humprey-Céspedes) no ha podido ser más satisfactoria. Me hubiera gustado conocerle –participó en la Semana Negra de Gijón- pero las circunstancias lo impidieron.
Requiem, de Antonio Tabucci. Si siempre es un placer leer a Tabucci, lo es aún más cuando lo haces sentada en un banco del Jardim d’Estrela en Lisboa o cuando has recorrido no hace demasiados días los mismos lugares que el autor visita en ese paseo alucinado.
Páxines del llibru muertu, de Elisabet Felgueroso. No suelo leer en asturiano pero María me convenció para leyera este conjunto de relatos . Prestome mucho
Señora de rojo sobre fondo gris, de Miguel Delibes. Lectura de un club de idem al que asisto de vez en cuando. La coordinadora hablaba de su estilo depurado y trabajado sin perder la sencillez y lo comparaba con esos otros que llenan los párrafos de polisílabos considerando que así su obra tendrá mayor calidad y profundidad.
El cuaderno chino, de Jose Luis Villalba. En breve comentaré mis impresiones sobre esta bitácora de viaje.
Dos en el patio de butacas |
Grandes esperanzas, de Charles Dickens. No sé si fue por el tiempo que llevaba queriendo conocerlo pero Pip me defraudó; no así el libro, que me gustó mucho. ¿Quién no se forja, con mayor o menor fundamento, grandes esperanzas para ver luego como estas se desvanecen?
La muerte llega a Pemberley, de P.D. James. Le dediqué esta entrada.
Inocentes en el extranjero, de Mark Twain. Otro de esos tropezones que te llevan a estupendos libros; en este caso, un libro de viajes, el que el auto realizó por Europa y tierra Santa.
(*) Oscurece en Edimburgo, de Siete Plumas. Aquí os había hablado del proyecto; sobre mis impresiones de la novela lo hice en La Esfera Cultural.
Amundsen-Scott. Duelo en la Antártida, por Javier García Cacho. Una lectura muy recomendable y que te atrapa como si estuvieras leyendo una novela de aventuras –al fin y al cabo ambas expediciones fueron grandes y arriesgadas aventuras. Me gusta además porque el autor nos presenta a ambos exploradores con sus virtudes y defectos, sin caer en apologías ni detracciones. También se nota que ha participado en expediciones científicas en la Antártida
Ya que algunos de los libros transcurren en parte o en su totalidad en Lisboa ¿por qué no traer un fado al rincón musical?
(Para ilustrar estas últimas lecturas nada mejor que dos de los cuadros incluídos en la exposición de Hopper)
Comentarios
Besos,
CArmen uno de los que leíste es la muerte llega a Pemberley; voy a apostar además por Mendel el de los libros y ... dudo entre Grandes Esperanzas y Señora de rojo sobre fondo gris. ¿Voy muy desencaminada?
Bicos, que decís por Galicia (o no?
Todavía tengo pendiente de localizar el de "La librería ambulante"
¡Felicidades por las lecturas y los paseos! Memorables ambos.
Mujer de Rojo sobre ... También se trabajó en mi club de lectura, y gustó mucho.
Parece que todos nos hemos acercado este año a algún libro de Dickens. Al final está muy bien eso de dedicar años especiales a los escritores...
Un abrazo y felicies siguientes lecturas!
xG
Empezaré a pensar que cada vez leo más lento.
Un abrazo
Teresa
Susana me alegré de que la coordinadora del taller dijera eso ya que Delibes es uno de mis autores favoritos. Al haber releído tan próximas Cinco horas con Mario y Señora … me pareció que Carmen es el opuesto de Ana.
Uy xGaztelu pues aún hay más :D. Anímate, que merece la pena, a pesar de Pip. Precisamente en Sunset Boulevard al principio de la película hay una referencia a este libro.
Bueno Teresa eso es bueno porque es una forma de descubrir otros títulos. Muchos de los que tu reseñas no los conocía y los he apuntado. Y en cuanto a leer despacio o deprisa… muchos de los que enumero son cortitos –La librería ambulante se lee en un par de horas- Los “tochos” coincidieron con el verano y las vacaciones. (Y no sabes además todo lo que se puede leer en un viaje en tren Oviedo-Madrid- Oviedo ;) )
un beso,
Ale