A Emily Bronte la conocemos como la autora de Cumbres borrascosas pero mucho antes de esa novela ya escribía poemas bajo el seudónimo de Ellis Bell. Ella es la ocupante del rincón de la poesía de este mes.
Emily Bronte |
THE VISIONARY
Silente is the house; all are laid asleep:
One alone looks out o'er the snow-wreaths deep,
watching every cloud, dreading every breeze
That whirls the wildeing drift, and bend the groaning trees.
Cheerful is the hearth, soft the matted floor;
Not one shivering gust creeps throug pane on door;
The little lamp burns straight, its rays shoot strong and far;
I trim it well, to be the wanderer's guilding-star
Frown my haughty sire!chide, may angrey dame;
Set your slaves to spy; threaten me whit shaem:
But neither sire nor dame, nor prying serf shall know,
What angel nightly tracks that waste of frozen snow.
What i love sall come like visitans of air
Safe in scret power from lurking human snare;
What loves me, no word of mine shall e'er betray
Thouhs for faith unstained my life must forfeit pay
Burn, then little lamp; glimmer straight and clear...
Hush! a rustling wing stirs, methinks the air;
He for whon I wait, thus ever comes to mme;
Strange Power! I trusst thy might; trust thou my constancy
LA VISIONARIA
Silencio en la casa; estan todos dormidos.
Sólo alguien mira la nieve amontonarse,
contemplando las nubes, temiendo que las brisas
agiten los cúmulos de nieve y los gimientes árboles.
Alegre es el hogar, suave el suelo alfombrado.
No hay puerta o ventana por donde entre el viento.
Llega clara a lo lejos la luz de la candela,
estrella dque yo coloqué para guiar al viajero.
Frunce el ceño, mi altivo señor; repréndeme, mi señora airada
Haced que me espíen vuestros siervos; amenazadme con la vergüenza
Más ni señor ni señora, ni suplicante siervo sabrán
qué angel por la novche atraviesa este yermo de nieve
Visitante del aire, así vendrá mi amor;
Con secreto poder, a salvo de las trampas acechantes del hombre.
No habrá palabra mía que traicione al amado
aunque deba pagar mi vida por esta limpia fe.
Arde pues, lamparita; clara y pura centellea.
¡Silencio!; un ala susurrante agita el viento:
es el esperado que ya viene hacia mí.
¡Extraño Poder! En tu fuerza confío; confía tu en mi constancia.
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