Con cierta frecuencia el rincón musical me lo sugieren los protagonistas de los libros (la música que escuchan). Por segunda vez, el poema del mes está también ligado a mis lecturas. En La Escritura o la vida, Jorge Semprún citaba a Cesar Vallejo y especialmente su España, aparta de mí este caliz pero en su lugar, he elegido este poema (me gusta como suenacuando lo leo en voz alta)
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MENOS...
Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!
Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dice casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y que está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho siempre, siempre siempre!
HOY ME GUSTA LA VIDA MUCHO MENOS...
Hoy me gusta la vida mucho menos,
pero siempre me gusta vivir: ya lo decía.
Casi toqué la parte de mi todo y me contuve
con un tiro en la lengua detrás de mi palabra.
Hoy me palpo el mentón en retirada
y en estos momentáneos pantalones yo me digo:
¡Tanta vida y jamás!
¡Tantos años y siempre mis semanas!...
Mis padres enterrados con su piedra
y su triste estirón que no ha acabado;
de cuerpo entero hermanos, mis hermanos,
y, en fin, mi ser parado y en chaleco.
Me gusta la vida enormemente
pero, desde luego,
con mi muerte querida y mi café
y viendo los castaños frondosos de París
y diciendo:
Es un ojo éste; una frente ésta, aquélla... Y repitiendo:
¡Tanta vida y jamás me falla la tonada!
¡Tantos años y siempre, siempre, siempre!
Dije chaleco, dije
todo, parte, ansia, dice casi, por no llorar.
Que es verdad que sufrí en aquel hospital que queda al lado
y que está bien y está mal haber mirado
de abajo para arriba mi organismo.
Me gustará vivir siempre, así fuese de barriga,
porque, como iba diciendo y lo repito,
¡tanta vida y jamás y jamás! ¡Y tantos años,
y siempre, mucho siempre, siempre siempre!
Comentarios
No, por lo que he leído sus poemas son mucho más. Este me ha parecido un canto a la vida, que a veces no gusta un poco menos y a veces un poco más. Pero sí, lo elegí porque me resultó especialmente musical. :)
Qué bacán encontrar un poema de Vallejo, son tan necesarios de cuando en cuando, sino siempre.
Osaré dejarte dos poemas igual de buenos como el que aquí nos ofreces, recitados por dos actores argentinos.
"Los heraldos negros", recitado por Federico Luppi:
http://www.youtube.com/watch?v=vVzqd33Cxls
"Masa", recitado por Leonardo Sbaraglia:
http://www.youtube.com/watch?v=gDwlT2xZINY&feature=related
Saludos,
Manolo.