San Juan de la Cruz, máximo representante, junto con Santa Teresa de Jesús, de la literatura mística española. Ha sido Sor Juana, la protagonista de Destellos de Sombra, quien lo ha elegido para que ocupe el rincón de la poesía de este mes.. Su especialidad (a pesar del título de sor era putain) era el recitado de los poemas de San Juan de la Cruz , en particular Noche oscura del alma.
En una noche escura
con ansias, en amores inflamada,
¡o dichosa uentura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada
A escuras y segura
por la secreta escala, disfraçada,
¡o dichosa uentura!
a escuras y encelada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veya,
ni yo miraua cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el coraçón ardía
Aquésta me guiaua
más cierto que la luz del mediodía
adnonde me esperaua
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía
¡O noche que guiaste!
¡o noche, amable más que el aluorada!
¡o noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaua,
allí quedó dormido,
y yo le regalaua,
y el ventalle de cedros ayre daua
El aire de la almena,
quando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las açucenas olvidado
(Poesía de San Juan de la Cruz: ediciones Castalia)
En una noche escura
con ansias, en amores inflamada,
¡o dichosa uentura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada
A escuras y segura
por la secreta escala, disfraçada,
¡o dichosa uentura!
a escuras y encelada,
estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veya,
ni yo miraua cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el coraçón ardía
Aquésta me guiaua
más cierto que la luz del mediodía
adnonde me esperaua
quien yo bien me sabía,
en parte donde nadie parecía
¡O noche que guiaste!
¡o noche, amable más que el aluorada!
¡o noche que juntaste
Amado con amada,
amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él solo se guardaua,
allí quedó dormido,
y yo le regalaua,
y el ventalle de cedros ayre daua
El aire de la almena,
quando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
y todos mis sentidos suspendía.
Quedéme y olvidéme,
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las açucenas olvidado
(Poesía de San Juan de la Cruz: ediciones Castalia)
Comentarios
Repito tienes razón, incluso, para mí, es el máximo representante de la lírica mística. Sin más.
Y más aún, también para mi subjetivísima opinión -aunque es compartida por muchos, más sabios que yo-, es la cumbre más alta de la poesía en español.
Más allá del misticismo de sus versos (cuestión por la que muchos no los leen, pues lo mismo creen que se trata de versos para el adoctrinamiento), late la pasión propia de cualquier poeta: la búsqueda del ser que da sentido a nuestra vida.
En este poema que nos traes alcanza una plenitud imposible para el resto. Y en unos se representarán Dios y el alma (como San Juan) y en otros esa búsqueda será la del poeta y Beatriz (como Dante) y otros lo encarnarán en el Quijote y Dulcinea (que no son Alonso Quijano y Aldonza Lorenzo), pero siempre serán el amado y la amada.
Loque muy buen comentario :)
Un beso,
Ale.
Otro beso.