Lo que pensaba leer |
Suelo ir de vacaciones cargada de libros, de los que la mitad vuelven sin ser leídos. Este año, para evitarlo, decidí llevar tan solo tres. Luego, sustituí uno de ellos por otro que llevaba en mi lista de pendientes (y prestados) un año; añadí Oscurece en Edimburgo y varios de autores húngaros (si Blogger se porta bien, cuando esta entrada se publique estaré en Budapest). Al final resultó que mi biblioteca portátil no fue tan exigua ni mis lecturas de vacaciones las previstas.
Lo que llevé para leer |
Siempre hay lecturas inesperadas |
Lo que hay que tragar, de Gustavo Duch. Un libro que le había prestado a mi hermana y que al final decidí regalarle, con la condición de que me dejara leerlo. Más de una vez, durante la lectura me acordé de Las uvas de la ira.
A praia dos afogados de Domingo Villar. Cuando le vi el libro a mi cuñado, no pude dejar pasar la ocasión -hacía tiempo que quería leer a Leo Caldas en gallego. Tuve que leerlo a modiño (era mi primer libro en esta lengua) pero eso no me impidió disfrutar de la lectura, y saborear la forma en que describe el mundo de los pescadores gallegos o sonreírme ante la sorna de algunos de los personajes.
Unos meses antes me preguntaba si los libros de este autor soportarían una relectura (para mí, un indicador de la calidad) Ya tengo la respuesta y es afirmativa.La escritura o la vida, de Jorge Semprún. Se lo había cogido prestado a mi ahijado hace un año y aunque no estaba en mi lista inicial, tras la muerte de su autor, decidí que ya iba siendo hora de leerlo.
Aunque habla sobre su experiencia en el campo de concentración de Buchenwald, también hace alusión a su etapa en la resistencia francesa, su actividad como miembro del PC español o referencias a la filosofía y la literatura. Es difícil tratar de describir este libro así que no lo haré; simplemente, diré que merece la pena ser leído. Tierra, tierra, de Sandor Márai. Siguiendo el consejo de Ricardo, elegí este libro para ambientarme y prepara el viaje. Se trata además de un autor del que aún no había leído nada.
Nos habla de la llegada del comunismo a Hungría pero al mismo tiempo reflexiona sobre la agonia de la cultura europea, sobre la historia de su país, sobre la lengua, sobre la indiferencia con que Occidente observa el sufrimiento de los húngaros, o sobre como de nuevo, 25 años después del tratado de Tryanon se volvía a desmembrar su país.Es inevitable, tratándose de un escritor que también haya reflexiones sobre la literatura y sobre el papel que los escritores,críticos y traductores jugaban en el proceso de bolchevización
Para ir conociendo Hungría |
Narra la relación que se establece entre una señora y su criada; decir esto es tanto como no decir nada pero os aseguro que si la leéis os atrapará y conmoverá al mismo tiempo Una auténtica delicia.
El rincón musical de hoy lo elige Jorge Semprún quien sentía debilidad por Louis Amstrong.
Comentarios
Saludos.
Blogger te ha hecho caso, pero a cambio te ha escatimando unas palabras :-)
xG
Jose Ignacio te digo lo mismo. Y a mi misma me recuerdo que tengo que cambiar el enlace a tu página.
Amando me temo que al final, con los que se colaron por el medio, aún no leí "Oscurece en Edimburgo". Sabes que cuando lo haya hecho -espero no tardar- os daré mi opinión sincera.
Loque a mi hermana y a mi (ambas coincidimos en destino del viaje y lecturas anteriores) nos gustó mucho.
xGaztelu en la entrada anterior hablo sobre Lo que hay que tragar. Aunque me hizo pensar en Las uvas de la ira no se trata de una novela.
´Bueno, Praga tampoco está mal. Por cierto, que en Pecs (al sur de Hungría) vi un par de casas que me hicieron acordarme de tu entrada sobre la arquitectura cubista.
Pollo poco a poco nos "reincorporamos". A ver si además de actualizar el blog, puedo conseguir pasar por los vuestros con calma y no leyéndoos por el rabillo del ojo.
P.D: en ese lado, parece que a R le cuesta arrancar ;)
Ahora que todo el mundo se va integrado yo me marchare unos días por ahí.
Un abrazo
Teresa
En cuanto a mi nombre,expliqué el motivo en una de las primeras entradas (la dedicada a Corín Tellado) El libro de Walter Scott tengo ganas de leerlo pero aún no lo he encontrado en ninguna librería de viejo.
Teresa disfruta del viaje, a la vuelta estaremos aquí.
Espero que no surjan muchas más lecturas imprevistas y pueda ponerme por fín con Ebano y el libro de MOlina.
Jose Ignacio espero poder publicarla el próximo miércoles.
saludos!
P.D: espero que disfrutéis con el partido y el resultado ;)
Ahora llevo menos, y me atengo a lo que pueda encontrar por donde ando paseando. Y llevo el lector electrónico (con lo que en realidad llevo muchísimos) por si no encuentro algo que me llame la atención.
¿Y qué tal Hungría? espero que disfrutaras mucho y que poco a poco vayas retomando tu ritmo (que veo que lo requetetomaste pues me había perdido de 3 entradas) :-)
un beso,
Ale.
Ay, Hungría me encantó aunque el idioma es endiablado. A ver si consigo escribir una entrada en que os hable un poco de allí.
P.D: dejé varias entradas programadas.