Durante mi estancia hospitalaria he hecho varios descubrimientos :
El primero de ellos es que ni pasando por el quirófano me libro de protagonizar uno de esos momentos de estelar estupidez a los que soy tan dada.
En el quirófano, cuando me estaban preparando para la operación, a uno de los médicos se le ocurrió preguntarme si era el oído derecho el que había que operar –supongo que para darme conversación, algo que suelen hacer para relajarte hasta que te duermes-. Tras responder afirmativamente, empecé a pensar que a veces confundo la derecha con la izquierda ¿Y si me operaban el que no era? Así que, con cierta ansiedad, me las arreglé para sacar la mano de debajo de la sábana y tocarme el oído en cuestión, preguntándole si era ese el derecho y diciéndole –¡qué le importaría a él!-que tenía problemas con la derecha y la izquierda. Sea por "mi rápida reacción" o porque tal como me contestó, leen tres veces el historial antes de operar, no hubo confusiones.
Ya en planta me pidieron que sonriera y le pregunté a la enfermera si era para comprobar que no me habían roto algún diente al entubarme. (Es una de los posibles riesgos de los que te advierten cuando tienes que firmar la autorización para la operación y la anestesia) ¡Pues no! era para comprobar que no había daños en el nervio que regula la expresión facial. En mi descargo diré que aún estaba bajo los efectos de la anestesia.
El segundo tiene que ver con Loque. He descubierto que esas señoras que le acompañan al teatro tienen su equivalente hospitalario. Se trata de un señor mayor, bastante gruñón que está todo el día protestando y quejándose al personal sanitario y volviendo locos al resto de los pacientes con el volumen de la tele, que tiene puesta desde las ocho de la mañana hasta las doce de la noche. El último día no fue así, dado que las altas no se conceden hasta despues de la comida (H.H. H). -decidimos que o bien lo habían bajado al quirófano o -me inclino por esa teoría- alguien le había amenazado de muerte.
El descubrimiento final y más preocupante, es que mi friquismo blogolector no descansa ni recién operada. En un par de ocasiones que mis compañeras de habitación charlaron sobre libros con sus visitantes o por teléfono, se me activó el radar e incluso tomé algunas notas pensando en una posible entrada.
Recurro de nuevo a la página web 5 canciones sobre... y me facilita el Rincón Musical perfecto para los días de Medical Center
(H.H. H: Huso horario hospitalario. En el caso de la comida, las doce y media)
Comentarios
Me alegro que todo haya salido bien ^^
Besos!
Lo del radar es normal, creo yo... ¡es inevitable activarlo cuando alguien habla de libros!
Besos!!
Yo estoy con Elwen y te recomiendo que practiques la expresión facial de felicidad (comunmente llamada sonrisa) para que no se te atrofie el nervio facial ;)
Qué fastidio lo del señor con la tele a toda pastilla, no?
En fin, espero que te recuperes pronto!!
Me alegro de tu vuelta, y de que todo haya salido bien.
Un beso
Ya estas de nuevo en el mundo real, ya ves la que se ha montado mientras tu estabas en el hospital.
Un abrazo
Teresa
¡Me alegra mucho que estés de vuelta!
besotes y a seguir recuperandose, y los arreglitos esteticos seguro que no te hacen ninguna falta
En fin, a ver con qué nos sorprendes.
Un abrazo!
Yo me hubiera tocado el oído, exactamente igual que tú, bueno no, probablemente hubiera sido el otro.
Mujer, ponme un enlace que no me conozcen todos tus fans y no van a saber de qué hablas :-=
¡Qué bueno lo del H.H.H.!
xG
Hola, Lady Boheme, gracias a tí también. Veo que has cambiado de avatar
La hierba roja; tienes razón. Creo que cuando alguien habla de libros o lee a nuestro alrededor, se dispara automáticamente.
M no te creas, tuve mis momentos de bajón pero... mejor tomarse con humor las cosas.
Isi el señor era insufrible; de ahí que me incline por la teoría de la amenaza mortal.
En cuanto al H.H.H. cualquiera que haya estado ingresado sabe que es cierto ;)
Jose Ignacio muchas gracias. También yo os echaba de menos
Elena muchísimas gracias. Además, con tu anécdota, he podido ejercitar mi nervio facial:D
Filias leyéndoos, no es que apetezca volver a operarse pero se hace mucho más agradable el trance.
Un beso.
Veo, veo (porque lo de oir...no ha quedado muy allá). La verdad es que da un poco de miedo ver con que facilidad se nos pone el mundo patas arriba.
Alice ¡me alegro de que te alegres!
A lo mejor es para que no le peguemos a los cirujanos por lo que te sujetan.
Carmina que gusto verte por aquí; más sabiendo que últimamente estás entre liada y un poco pocha, tu también. ¡Un beso!
¡Ay, Último Íbero que sería de nosotros, los pacientes, sin vosotros los acompañantes.
Espero que tu mujer esté bien.
Natalia D a sobrellevar el antes me ayudó Stephanie Plum, que me hizo reir a carcajadas. Los primeros días tras la operación, no me sentía de muy buen humor; al contrario, me dió un bajón pero ir recuperando físicamente ayuda a recuperarse también anímicamente.
Valeria gracias. Y tienes razón, no solo se lee en los libros; aprenderé a leer en mis horas muertas, que ahora son muchas :)
Loque tienes razón. Ahora mismo te lo pongo.
Me alegro de que os haya gustado lo del H.H.H., lo incluiré en el blogcionario. ;)
Hola, xGaztelu no sé si podré decir eso de "es para oiros mejor" pero aquí estoy de vuelta.
Sendos besos para todos y muchas gracias por el recibimiento.
Me tenías en ascuas con el H.H.H, al final vas a tener que hacer un diccionario...
Qué bien que has vuelto!!
¿ “Sonrisa difícil” ? . No me lo creo. Quien si sonreía poco era Bogart y cuando lo hacía ladeaba la cara, supongo que para escuchar por el oído bueno, y le salía un rictus así como de parálisis facial. ¿ A ver si resultará que Bogart tenía un colestatoma y no llegaron a tiempo de salvarle el n. facial ? Seguro que Loque sabe algo.
En otro orden de cosas, celebro que te gustara “El olvido que seremos” y decirte que el pasado mes acudí a una conferencia-coloquio de Héctor Abad en La Casa de América de Barcelona y que resultó ser un tipo brillante, culto, divertido; vamos, un señor encantador. Según parece viene a menudo a Barcelona, pues tiene una hija que estudia aquí.
En cuanto a literatura, la verdad es que últimamente he leído poquito (por desgracia) pero bueno (casi todo) y aunque te imagino como una convalesciente rodeada de libros te comentaré brevemente algunos por si no los conoces
Siguiendo con Héctor Abad: “El amanecer de un marido” , un libro de relatos cortos que me ha parecido tan estupendo como “El olvido que seremos”, aunque no se parezca en nada.
“Algo va mal” y “ El refugio de la memoria”, de Tony Judt. Todo un placer. Dos libros lúcidos, brillantes. Una gran pérdida la de este hombre.
“La llum” de Pere Gimferrer: un coñazo ininteligible. Alguien me lo regaló hace muchos años y en un par de ocasiones hice el esfuerzo de intentar leerlo. No insistiré.
“Un momento de descanso”, de Antonio Orejudo : tan entretenido, agudo, divertido e inclasificable como “Ventajas de viajar en tren” o “Reconstrucción”, e incluso mejor.
“Muertos de amor” de Carlos Cañeque. Lo leí hace unos años y lo he releído por puro placer. Divertidísimo y cargado de mala leche. No entiendo como este hombre no es más conocido.
“Gris de campaña” de Phillip Kerr: el último de Bernie Gunther . En la linea de los seis anteriores (a mi me encantan).
Recupérate pronto. Un abrazo
Besos ismael
Quería una imagen relacionada con hospitales pero con un toque de humor y me pareció que esta cumplía con creces ;)
Amando demasiadas miserias y tristezas hay en el mundo. Nos viene bien poner un poco de humor y ejercitar nuestro nervio facial
Es un gustazo reencontrarme con vosotros.
Decía que la timpanoplastiahabía salido todo lo bien que era posible dadas las circunstancias. Al menos algo puedo oir, aunque no sea demasiado (en el hospital me vino a la mente una poesía de Jose Hierro: Beethoven ante el televisor)
En cuanto al porqué de la sonrisa de medio lado de Humprey, es muy buena la teoría del colesteatoma; tendrá que confirmarlo nuestra especialista en cine.
Efectivamente soy una convaleciente rodeada de libros pero que tiene problemas de concentración -cuando termine de leer a Damasio será como si lo hubiera hecho tres veces, por la cantidad de ocasiones en que tuve que ir hacia atras y releer las últimas páginas porqu no me estaba enterando de lo que leía.
Así que, aunque tomo nota de todas tus recomendaciones, comenzaré por las divertidas.
¡Ah! También decía que me daba mucha envidia tu encuentro con Hector Abad y que debería decidirme a visitar de nuevo Barcelona. Llevo tiempo hablando de ello pero no acabo de decidirme.
Tampoco dudo de que sonríes más que Beethoven, sorda o no.
El poema de Hierro es muy bueno y el de Cernuda de hace unos días ("Donde habite el olvido") maravilloso.
Ponte pronto en forma. Un abrazo y paciencia.
Ismael bienvenido. No cerrar no entra en mis planes; aunque ayer lo que si me apetecía era mudarme a Wordpress.
Ricardo sospechas bien. En cuanto al poema, me gusta mucho -y no tiene nada que ver que comparta sordera (parcial) con él.
Iré, iré a Barcelona.
Kary muchas gracias; a mí me alegra que te guste la entrada -quería haceros sonreir (hay que hacer trabajar a ese nervio facial)
Y no, no me suena egoista; al contrario, porque significa que te gusta mi blog.
Un beso.
Un besazo.
En cuanto a la lectura, conseguí terminar (me costaba concentrarme) un libro que creo que te gustaría: Y el cerebro creó al hombre de Antonio Damasio.Ahora estoy con otro de Chirbes que pienso que también :)
Mientras tanto, esperaré tu comentario.
Un abrazo.
Un abrazo.
Esta entrada fue de risa-terapia.
Beso
Marcela
Me alegra saber que ya vas recuperándote ¡que risa con la viñeta de Maitena!
Espero que ya estés mucho mejor.
Un beso,
Ale.
Ale pues sí que estoy mucho mejor. En cuanto a Maitena ¡es genial!