A tenor de lo oído (al propio autor) y leído, tanto en la contraportada del libro como en entrevistas y artículos parece que estamos ante una obra que tiene más de ensayo que de novela –alguien hablaba de género híbrido- que rompe con lo escrito con anterioridad por el autor. En mi opinión no es así.
Si las anteriores novelas giraban en torno al HORROR (La Ofensa), la MALDAD (Derrumbe) y la MENTIRA (El Corrector) esta lo hace sobre el PODER y su relacion con el arte. De nuevo el autor aborda el lado oscuro de los hombres. La diferencia con las anteriores es que, frente a ellas, en La luz es más antigua que el amor, nos otorga, si no esperanza, si consuelo: el que nos da la belleza.
Si las anteriores novelas giraban en torno al HORROR (La Ofensa), la MALDAD (Derrumbe) y la MENTIRA (El Corrector) esta lo hace sobre el PODER y su relacion con el arte. De nuevo el autor aborda el lado oscuro de los hombres. La diferencia con las anteriores es que, frente a ellas, en La luz es más antigua que el amor, nos otorga, si no esperanza, si consuelo: el que nos da la belleza.
No creo que la belleza haya gozado nunca de muchos adeptos entre la élite de patronos y consejeros áulicos que dirige el mundo. La belleza no tiene bandera conocida, la belleza no cotiza en Bolsa, la belleza no es un combustible ni una materia prima. Su misterio radica en su inutilidad, en ser un camino que viene de ninguna parte y a ninguna parte conduce.(…) sirve para consolar, para librarnos de la aflicción de un mundo en que la dignidad humana es crucificada todos y cada uno de los días.
El motivo de introducir un elemento que convierte un cuadro religioso en sacrílego está también en Los ancestros, uno de los cuentos incluidos en Gritar. Hubo también momentos durante la lectura en que me recordó a Derrumbe –-la reflexión sobre la necesidad humana de domeñar a la naturaleza, el miedo hacia ella.
¿Es una novela luminosa? La primera parte, la del pintor renacentista, Adriano de Robertis, sí; también redonda (adjetivo que he utilizado muchas veces, refiriéndome a este autor). Esa historia tiene entidad por si misma; en realidad, las historias de los tres pintores la tienen podrían ser publicadas de forma independiente pero la primera tiene una “luminosidad” –y utilizo este adjetivo con premeditación-de la que carecen las otras, en las que la paleta de colores, ya que hablamos de pintores, se va oscureciendo hasta llegar a los grises y negros del suicido (Rothko) o la locura (Vsévolod Semiasin).
Ni ensayo ni “género híbrido”; estamos ante una novela o nouvelle -el término francés se ajusta más a lo que nos ofrece M.S- A propósito del número de páginas de sus libros, siempre menos de doscientas, alguien comentaba en el blog que podía ser porque no tenía nada más que decir; más bien creo que es por lo contrario. Es un autor denso, concentrado y es precisamente por esa concentración de ideas y asuntos sobre los que nos hace reflexionar , por lo que algunos hablan de ensayo.
Probablemente sean también estos, los motivos que hacen que no se trate de un autor fácil de leer, incluso incómodo. Quien haya leído Derrumbe como una novela policiaca (estructura que utilizó) se equivoca. Quienes lean La luz es más antigua que el amor como una novela de misterio – ¿qué fue del fresco de la virgen barbuda?- se equivocarán. Incluso quienes quieran leer un libro con un final, si no feliz, al menos evidente.
Aún queda otro aspecto de la novela; la inclusión del propio autor como personaje. Aquí el libro flojea un poco; la parte del escritor Bocanegra, no termina de encajar con la de los pintores. Encuentro el mismo problema que en El corrector donde también recurrió a la autoficción. Para mí gusto esa es la parte más endeble de la novela. En unas declaraciones decía Ricardo que está reflexionando sobre si seguir autoficcionándose; como lectora suya, le aconsejo que no lo haga.
¿Es una novela luminosa? La primera parte, la del pintor renacentista, Adriano de Robertis, sí; también redonda (adjetivo que he utilizado muchas veces, refiriéndome a este autor). Esa historia tiene entidad por si misma; en realidad, las historias de los tres pintores la tienen podrían ser publicadas de forma independiente pero la primera tiene una “luminosidad” –y utilizo este adjetivo con premeditación-de la que carecen las otras, en las que la paleta de colores, ya que hablamos de pintores, se va oscureciendo hasta llegar a los grises y negros del suicido (Rothko) o la locura (Vsévolod Semiasin).
Ni ensayo ni “género híbrido”; estamos ante una novela o nouvelle -el término francés se ajusta más a lo que nos ofrece M.S- A propósito del número de páginas de sus libros, siempre menos de doscientas, alguien comentaba en el blog que podía ser porque no tenía nada más que decir; más bien creo que es por lo contrario. Es un autor denso, concentrado y es precisamente por esa concentración de ideas y asuntos sobre los que nos hace reflexionar , por lo que algunos hablan de ensayo.
Probablemente sean también estos, los motivos que hacen que no se trate de un autor fácil de leer, incluso incómodo. Quien haya leído Derrumbe como una novela policiaca (estructura que utilizó) se equivoca. Quienes lean La luz es más antigua que el amor como una novela de misterio – ¿qué fue del fresco de la virgen barbuda?- se equivocarán. Incluso quienes quieran leer un libro con un final, si no feliz, al menos evidente.
Aún queda otro aspecto de la novela; la inclusión del propio autor como personaje. Aquí el libro flojea un poco; la parte del escritor Bocanegra, no termina de encajar con la de los pintores. Encuentro el mismo problema que en El corrector donde también recurrió a la autoficción. Para mí gusto esa es la parte más endeble de la novela. En unas declaraciones decía Ricardo que está reflexionando sobre si seguir autoficcionándose; como lectora suya, le aconsejo que no lo haga.
EDITO la entrada para incluir el Rincón Musical, que lo mismo que la novela de M.S. está dedicado a la belleza
Comentarios
Después de leer Derrumbe, este autor ha pasado a ser uno de los que seguiré. Gracias por este comentario.
Sí, no parece un recurso muy atractivo a priori.
Cierto, craso error leer Derrumbe como si fuera un policial, aunque debo confesar que esa impactante y -vamos- redonda primera parte te predispone de alguna manera.
Menéndez Salmón: un escritor que conozco gracias a ti.
Saludines!
P.D. A mí los híbridos me encantan.
Amando ya te comenté los recelos que tenía tras haber leído El Corrector.
Espero que te haya servido el post;no estoy segura de haber conseguido hacer un comentario claro.
Seguro que te gustan las reflexiones que Bocanegra se hace sobre la escritura. ;)
Loque no se cual es el problema pero no me termina de convencer cuando se autoficciona. Sin embargo, en Asturias para Vera donde aparece "en tinta y letra" me gustó mucho.
R efectivamente La Ofensa es redonda, porque el final nos lleva al punto de partida; se cierra el círculo.
Derrumbe es una novela demoledora -haciendo honor a su título-
Cuando digo que no es un género híbrido me refiero a que la reflexión sobre la condición humana,la identidad, el bien y el mal o la belleza -por poner temas que ha tratado- tienen cabida perfectamente en la literatura.
El próximo día tres de diciembre presenta su libro en mi concejo laboral. Si no me sucede como cuando estuvo en la Bertrand en Oviedo, iré a verlo.
Desde luego, tienes que ir a la presentación, él no sabe que embajadora tiene contigo!!
Ahora cuando leo azules, no veo los caballos y pienso en El Palacio azul de los ingenieros belgas que lei gracias a ti...me he vuelto a encontrar ingenieros belgas en un libro de P. Claudel,,, y pensaba en un post: De libro en libro en mis libros ...
un abrazo entre granizada y granizada ;-)
De Mendéz Salmón , ni el nombre.
! A investigar!
un abrazote,
Ale.
Se trata de un escritor asturiano y aunque se está haciendo un nombre aún no es tan conocido como parece cuando lees algun periódico regional.
Maribel pues fíjate que tras leerlo, pensaba que es uno de esos libros que aún gustándome no recomendaría más que a personas muy concretas. Una de ellas podrías ser tu ;)
¿Cual es el libro de Claudel? Aún no leí nada suyo y quiero hacerlo. Sobre los ingenieros azules... el lunes habrá un encuentro con su autor en una de las bibliotecas municipales de Oviedo; espero poder ir. Además tengo un proyecto en colaboración con el I.E.S usando ese libro; ya os contaré.
P.D: me encantaría leer ese post.
Leox te digo lo mismo que a Valeria. Aunque llevados por el grandonismo astur, parezca que Menéndez Salmón es universalmente conocido y aclamado, aún es relativamente conocido.
La casa de la foto corresponde al faro de(l cabo) Peñas. Ahora como no hay fareros- hace años que los faros están automatizados- se ha convertido en un centro de interpretación de la zona de Peñas. (Vaya rollo de guía turística que acabo de soltar)
Ale ya sabes que es un gusto tenerte por aquí, hables de lo que hables.
Un besin
Un saludo,
La Esfera Cultural.
www.laesferacultural.com
Soy tu seguidor número 100, deberías celebrarlo!
Wissper ¡Graciassss! por convertirte en mi seguidor número cien. :)
Pues mira, a mí me gusta mucho su serie de Vila y Chamorro. De los que no pertenecen a esa saga,el que más me gustó fue El nombre de los nuestros.
P.D: tendré que pensar en algo para celebrar que he llegado a un número tan redondo ;)
P.D: perdona la pregunta pero ¿eres asturiana? porque fuera de aquí tampoco es tan conocido Ricardo y sus primeros libros no creo que se distribuyeran fuera de aquí.
Hola, Thalía yo, todos no pero unos cuantos sí.
Leyendo tu comentario, recuerdo que lo mismo hace en La luz es más antigua que el amor, esta vez con Derrumbe
El verano pasado, le comentaba a un amigo que tras la lectura de El corrector que me había decepcionado un poco y viendo que estaba en todos los saraos, temía que se "hubiera echado a perder".
En cuanto a que es mejor cuentista que novelista, estoy completamente de acuerdo contigo. De hecho, pensé, pienso que sus novelas son como cuentos que se unen entre sí.
Y también coincido contigo en que Los Caballos Azules es un estupendo libro de cuentos -me gustan sobre todo el que da título al libro, el del padre y Ceremonia.
Ah, y me apunto a Osvaldo Soriano,para buscarlo y leer algo suyo
Hecha esta pequeña trampa, está claro que no es santo de tu devoción. Yo aún le doy el beneficio de la duda; dependerá de su próxima obra.