No se si lo habéis notado pero estos última temporada ando un poco ausente de la blogosfera; idas y venidas, algún que otro evento lúdico más los periódicos atascos creativos,... Aunque barajé la posibilidad de tomarme un par de meses de vacaciones (blogueras, ¡ya me gustaría de las otras!) de momento echo mano de la colaboración que le pedí a Maese Crochet, quien sabe mucho sobre comics
Imagina una ciudad completamente poblada por superhéroes. Todo el mundo, desde los niños a los ancianos, tiene algún tipo de poder o habilidad, un alter ego rimbombante y un uniforme adecuadamente extravagante. Imagina lo difícil que tiene que ser gobernar una ciudad como esa, qué tipo de leyes se tienen que redactar, y cómo se las verán los policías de la misma para conseguir que se cumplan.
Con esta interesante premisa arranca Top Ten, serie limitada del genial Alan Moore (Watchmen, V de Vendetta), acompañado por el dibujante Gene Ha y Zander Cannon como bocetista. No hay que dejarse engañar por la ambientación, pues si uno conoce un poco la obra de Moore se da cuenta de que es un maestro en el tratamiento psicológico de sus personajes, y que se aleja de los tópicos en los cómics de superhéroes.
Porque en Top Ten no nos encontraremos con las típicas aventuras de Spiderman, Batman u otros clásicos del género, donde un supervillano con un plan rocambolesco quiere dominar el mundo o acabar con nuestro protagonista. No, en esta obra nos encontramos con el cuerpo de policía de Neópolis persiguiendo a traficantes de drogas, proxenetas, violadores o prostitutas… todos ellos ‘centihéroes’, monstruos, villanos o incluso dioses. Alan Moore sabe recoger todos los elementos visuales y llamativos de los superhéroes y utilizarlos para contar una historia ramificada, considerablemente madura y profundamente real. Y lo hace sin perder el sentido del humor, si bien bastante irónico (marca de la casa).
La estructura del argumento me recuerda a la serie de televisión americana The Wire (aunque esta es posterior al cómic), porque los casos, en general, no se resuelven en un capítulo, sino que se desarrollan a lo largo de todo el tomo (que equivale a los 12 números en los que originalmente se publicó), mezclándose con otros sucesos. Puede que un policía sea retirado de un caso para atender otro, puede que en un crimen en concreto no se avance nada, pero puede que otro sea trivial y no lleve apenas tiempo. Vamos, como en la realidad. Sólo que en la realidad los agentes no miden dos metros y medio, son azules e invulnerables; o “hablan con Satán”; o son capaces de disparar electricidad por la cabeza o volverse intangibles. Pero, y esto es otro punto que comparte con The Wire, los mismos agentes son increíblemente ricos en matices. Y profundos.
Tenemos a Irma Geddon, una señora de unos cuarenta y cinco años cuyo marido está en el paro, que se enfrenta a los delincuentes con una armadura estilo Iron Man. Tenemos a Robyn Slinger, una joven recluta que tiene que compaginar la novedad de trabajar de policía con cuidar de su padre enfermo, mientras intenta llevarse bien con su compañero, Smax. Este último, que propició un spin-off, me parece uno de los personajes más previsibles: el grandullón malencarado y fuerte que, en el fondo, no es mal tipo, pero no lleva muy bien lo de expresarse y ser sensible. De todas maneras, es real (el mundo está lleno de gente así), y a mí me encanta.
Está también el sargento César, que es ¡un dobermann!; o Bob “A Ciegas” Broker, un taxista con “sentidos zen”; la minoría étnica de los robots (algunos se adaptan e incluso entran en el cuerpo de policía, otros viven en ghettos)… Un sinfín de personajes y situaciones divertidas, y que satisfacen porque son creíbles sin ser manidas.
Los entendidos encontrarán numerosas referencias y guiños a otros tebeos. Por ejemplo, es enormemente divertido buscar en los fondos de las viñetas, en las que abundan anuncios, transeúntes y otros detalles de clara procedencia (un cuadro cubista en casa de una policía que representa a los Cuatro Fantásticos o una valla publicitaria que dice “No te gustaría verme desnudo. Pantalones Gamma, tela irrompible”). Y una mención especial merece el asunto de la ‘plaga’ en la casa de Mrs. Bodine, y el cacao en el que desemboca: “Si reunes suficientes cientianimales […] las cosas empiezan a crecer. Se te dispara un crossover de crisis y guerras secretas…”
En conclusión, Top Ten es un cómic de superhéroes, pero con un guión a la altura de muchas películas de policías, o una serie de detectives, pero con el frescor de los tebeos de superhéroes. Y a quien le guste, le recomiendo también la precuela Top Ten: Forty-niners, del mismo equipo creativo.
¡Gracias por leer!
Gracias a tí, por atender mi petición y sugerirme además del rincón musical (peaje obligado) la ilustración para la entrada.
Para el rincón musical nos propone la canción de presentación de la serie The Wire (que también me aconseja ver)
Comentarios
Eso sí, estoy un poco en desacuerdo con algo que mencionas sobre los cómics clásicos de superhéroes... creo que son más profundos y complejos de lo que la gente cree... Es cuestión de buscar sagas concretas porque sí, habrá mucha mierda y mucha flipada, pero también hay cosas como Civil War... guerra civil entre superhéroes por el conflicto que supone la creación de una ley de registro de superhéroes, exponer su identidad secreta, que los malos tengan acceso a esos datos... El problema es que al ser series mensuales la calidad no puede ser la misma... las novelas gráficas tienen la ventaja de que su argumento es cerrado y no continúan más.
Aclaro que no soy lectora habitual de cómic, no sigo series mensuales porque me considero incapaz (pero he leído alguna "saga" -por llamarlo de alguna forma- concreta como Civil War).
¡Nos leemos!
De comics pues yo no leo nada de nada, y debo confesar mi ignorancia ¿dónde se compran? ¿también en las librerías? ¿o hay tiendas especializadas? porque a mi me gustó mucho la película de Vendetta y este comic me gustaría leerlo...me lo apunto en la libreta y ya les contaré si lo encontré en mi librería habitual
Un beso,
Ale.
Veo que tu también sabes bastante y que, casualidades, hace poco le dedicaste una entrada a V de Vendetta.
Carmina aquí pasa como con los amigos; a veces estás una temporada sin verlos pero sabes que están ahí.
A ver si me centro y puedo leeros con calma y comentar.
Isi tampoco soy lectora de comics aunque si que esta entrada me ha despertado la curiosidad.
Ale si que estoy bastante ausente;a ver si la próxima semana "vuelvo".
Hay librerías especializadas en comics pero también hay otras que tienen una sección. En sitios tipo la FNAC o equivalente mejicano seguro que encuentras.
Lady Boheme gracias por contestar a Ale. Ahora existe cierta tendencia a adaptar al comic novelas, sobre todo del género negro.
Ahora que le dices a Ale lo de tu entrada, me doy cuenta de que tengo que incluir tu blog en el blgocindario. :-)
Me repatea cuando adaptan alguna novela a cómic... por qué no dejarlo en su formato original?? Casi siempre son sacacuartos y muy caros...
Pásate por el blog cuando quieras, y gracias por incluirme en el vecindario!!
Ah, y de nada por contestar, jeje... soy incapaz de callarme cuando sé una respuesta xD
Fíjate que aqui en mi librería habitual no encontré comics, pero ya me han dicho donde venden. Me daré una vuelta para ver que encuentro. Se me ha antojado leerlos...un género por descubrir.
Lammermoor: vuelve siempre y cuando no te suponga agobio. Yo salgo unos días al mar, pero ya he dejado reseñas preparadas (anduve trabajando como hormiguita para no descuidar el changarro jajaja)
un beso grande,
Ale.
Yo no soy un lector-devorador de cómics, pero es cierto que de cuando en cuando leo alguno y que soy más de novelas gráficas que de largas series mensuales.
Por recomendar, dentro de lo limitado de mi conocimiento en este campo, os invitaría a leer la serie de La mazmorra, de lo más hilarante que me he encontrado jamás, jeje.
Un saludote.
Ale también yo haré alguna incursión en este género. Pediré consejo a Maese Crochet.
Hola, Homo libris. Tomo nota de tu recomendación y miraré si la tienen en la biblio (estoy "castigada" sin comprar libros)
Huy, a ver si te levantan el castigo pronto, jejeje. Yo debería autoimponérmelo, también es cierto, jeje.
Besos.