¡Tanto va el cántaro a la fuente que termina por romper! y eso fue lo que me pasó. Había conseguido mantenerme alejada de las librerías. Tan solo estaba “autorizada” a comprar el día del libro y fui moderada ; pero lo que no sabía era que ayudar a la profe tendría daños colaterales.
Fui a ver a mi librera para que nos echara una mano y comprar algunos de los libros que me había encargado. Ya que estaba allí le pregunté por Seis personajes en busca de autor –después de asistir a la representación de La Función por hacer, basada en el texto de Pirandello, me apetecía leerlo-. Y también por un libro de Italo Calvino, que Rosa Montero había citado varias veces: Por qué hay que leer a los clásicos. No los tenía así que los dejé encargados
Un par de libros que estaban en la lista no los tenía en edición de bolsillo por lo que fui a la librería Bertrand (en el Centollo) ese mismo día. Allí conseguí dos de los tres que buscaba; como vi que tenían Me casé con un comunista, de Roth, que ya había intentado conseguir ... lo compré. Por si no era suficiente, les pregunté por: LTI. La lengua del Tercer REich, de Victor Klemperer; que había buscado el día del libro. Podían conseguirlo así que ¡otro encargo!
Al día siguiente cuando ultimábamos las compras de los libros que faltaban para sus alumnos, volví a caer y me llevé Siestas con viento sur, un libro de relatos de Delibes. Aunque no fui la única, tanto la hija como la madre de la profe compraron
Cuando fui a Polledo a recoger mis encargos resultó que había habido una confusión. No habían traído el de Calvino sino otro libro con título similar pero de otra autora. Mientras hablábamos, me hacía ojitos La Evolución de Calpurnia Tate, del que habíamos hablado en mi visita anterior pero que al ser su autora americana no encajaba en los “parámetros” de la profe. No hace falta que os diga lo que pasó.
Unos días antes de que me llamaran de la Bertrand, escuché mientras conducía, un programa de radio en que colabora la librería ( los miércoles a las seis en la RTPA); me llamaron la atención los libros que recomendaban. Cuando fui a recoger el libro de Klemperere ler pregunté por ellos; se trataba de Delicioso Suicidio en Grupo (uno de mis libros medicina); Asturias para Vera, de Menéndez Salmón y Lo que hay que tragar, sobre la alimentación, la industria alimentaria, los transgénicos. ¡Os equivocáis! No compré el libro de Menéndez Salmón -aunque caerá en breve-; pero si el de los alimentos.
Todavía hubo algún coletazo comprador: Unas aventuras de Sherlock Holmes con Jardiel Poncela como ayudante -Los 38 asesinatos y medio del Castillo de Hull- y Operación Exterminio, el último libro de Alejandro Gallo y el primero que tengo dedicado (por un escritor)
Como dicen Fito y Fitipaldis puede que me falte voluntad o me sobre vicio. En cualquier caso me merezco un buen castigo.
Comentarios
Saludos
AD.
Si quieres aumentar el número de libros dedicado por el autor es fácilmente subsanable, y sin coste alguno, por cierto.
Veo que la idea de la profe de regalar libros ha sido mortal para ti...
Me encantaría el de Poncela (también lo vi en HomoLibris y me apeteció muchísimo) y por supuesto Seis personajes... aunque creo que es posible que este lo encuentre en la biblio. Este último servirá para que hagamos un libro/obra fórum sobre él.
Qué bien que acertáramos tanto en esa elección ¿verdad? ¿Por qué no echas un ojo a la cartelera madrileña de dentro de unos mesecitos? Lo digo por si conocieras o conocieses a algún ser humano que en la capital fuera muy-muy-muy aficionado al teatro y fuera contigo... (y no miro a nadie)
Chaoo!!
Tengo que decir que yo llevaba un tiempecillo de lo más "recatada" en cuanto a compras de libros. Quitando el desfalco en Pamplona, del que ya hablé en mi blog, llevaba un par de meses leyendo los libros acumulados en casa de anteriores compras y sacando otros de préstamo.
Y, chica, fue leerme "Northumbria, el último reino" de Cornwell y sentir añoranza por las sagas nórdicas. Así que, ¡venga!, no exagero si digo que he encargado unas siete o así que no tenía... Y un libro de cuentos vikingos de Olañeta, un ensayo de historia sobre los vikingos en España y un par de libros de bolsillo de Noteboom que tengo guardados en mi bandeja de la librería, que seguro que caen mañana.
Así no se puede: necesito un cartel de esos en mi frente, ¡ja, ja, ja!
¡Un abrazo!
Amando los leeré aunque no se cuando; porque en casa tengo un montón en la balda de lecturas pendientes (más los que coloco en las estanterías para no sentirme Más culpable)
Le cogí el gustillo a lo de los libros dedicados, así que....
Isi ¡ya os decía que no puedo acercarme a menos de 500 mts. de una librería!
Me parece que la profe debería regalarme el libro de Menéndez Salmón como "indemnización"
Carmina la verdad es que me pasé tres pueblos. Aunque tengo que reconocer que mi librera me hizo descuento y en la Bertrand con el carnet de la biblio ahora tambien te lo hacen. Y el de Alejandro Gallo lo compré a precio de biblioteca. (pobre consuelo)
Me muero de ganas de tener Asturias para Vera pero... ¡Hasta octubre no puedo ni mirar para una librería! (¿Seré capaz?)
Loque por supuesto que te las dejo; cuenta con Pirandello y Jardiel Poncela. Y si te apetece algún otro también.
Para el teatro confío en tu sabio criterio, aunque reconozco que me gustaría ver a Natalia MIllán en Cinco horas con Mario -pero comienzan las representaciones en octubre.
Oesido, vaya tertulias que vamos a montar en el infierno, porque somos un montón los pecadores.
Masteatro ¡a que sí! Vuelvo a recomendar vivamente La Función por hacer -un ejemplo clarísimo de que para hacer buen teatro solo se necesitan buenos actores y un buen texto.
M el libro de Calpurnia se lee de un tirón.Lady Boheme, Bookworm y alguna más van a leerlo y colgar la reseña.
Alienor yo progresaba adecuadamente; no había comprado apenas, iba leyendo algunos de los que tenía en casa y me habían dejado hace un montón pero me entró un ataque de enajenación transitoria y me desmelené.
Pero lo peor es sigo sacando y reservando en laS biblioS.Menos mal que los fines de semana en O. son muy provechosos en cuestión lectora porque
¡Qué bueno que hayas encontrado esa novela de Roth!
Me encanta la foto con tus no tan culposas adquisiciones. ;)
Saludines,
R.
¿Sabes que es lo peor? que no he quitado la orden de alejamiento de a librería y sólo con esta entrada ya tengo muchos títulos que quiero en mi libreta del plan infinito ¡esto no tiene fin! es la historia interminable...
Pero si me condenan por esto, como dice Oesido, estarás a mi lado al menos (que tal yo, quiero que caigas conmigo ;) ) y podemos pedir también a esa que no está viendo loque en el espejo...jajaja
un beso,
ale
R si es que encima nos ponemos excusas. Otra vez que había dejado el coche en el aparcamiento del Centollo, pasé por la Bertrand que "me queda de paso" y también salí con tres o cuatro. El problema es que quería comprar varios libros para enviaros pero no me atrevo a acercarme a una librería. ¡A ver como lo arreglo!
Ana me siento culpable, no solo por el frenesí gastizo sino porque aquí estoy yo, acumulando libros mientras vosotros tenéis tantas dificultades para conseguirlos.
Te prometo que a la única bebida que me daré es a la sidra (y con moderación) :)
Ale es que me volví loca. Tanto entrar y salir de librerías... También yo tengo un montón de libros apuntados en mi plan infinito y en lista de espera entre los comprados, los de la biblio y los que me dejaron ¡No se como hacer! Menos mal que los fines de semana en O. son muy provechosos en esto de la lectura.
Saludos,
¡Saludos!
Estoy entrando por primera vez a tu blog, quedé encantada.
Esta entrada me ha pintado una sonrisa cómplice en el rostro. Adhiero al oportuno comentario de Oesido.
Por otra parte, me imagino a mi marido promoviendo que las librerías coloquen dichas señales como adhesivos en sus puertas, con la leyenda "Lectores adictos abstenerse".
¡Saludos!
Tenían el de Seis Personajes, pero no me lo compré, pensando en tu préstamo y en la biblio. Cayero Jane Austen, Bram Stocker, Amsterdam del autor de Expiación y ¡cielos! no me acuerdo del otro libro (más otro que me regalaron en la librería y ni me enteré hasta que abrí la bolsa)
Ah, el de la librería me preguntó que si era profesional del sector, y te juro que estuve a punto de decir que sí, no sé, estoy tan metida en el ajo..
Gww es que esa es la segunda parte; después del sentimiento de culpa por haberte vuelto loca comprando viene el de culpa aún mayor pensando en todos los que tienes en casa esperando a ser leídos.
Hola, Verónica bienvenida.Alguna vez visité tu blog que me gustó mucho.
Más de uno deberíamos llevar ese cartelito permanentemente puesto ante nuestros ojos; o quizás necesitemos uno de esos collares que salen en las películas futuristas.
Loque también yo a veces me siento "del sector". Lo de las librerías de segunda mano no lo practico mucho pero ya cayeron algunas compras en los últimos tiempos.
P.D: ¡A ver que te parece La Voz!