De Robert Henlein (1907-1988) destacan sus novelas premiadas Estrella doble (de 1956 )sobre estrellas de la escena no del espacio. Trata el tema de la dualidad de la personalidad. Tropas del Espacio ( de 1960), reflexión sobre la pena de muerte y la guerra. Forasteros en tierra extraña (de 1962) viajes a Marte y tensiones sexuales. Esta novela fue recortada por la censura y luego restaurada.
Como me está saliendo un artículo demasiado extenso, dejemos para mejor ocasión la situación de la CF actual y únicamente contaré algunas curiosidades.
La primera es Más allá del planeta silencioso (1938), de C.S. Lewis (1898-1963), historiador y crítico literario, famoso por ser el autor de las Crónicas de Narnia y por ser muy amigo de J.R.R. Tolkien. Se trata de la primera novela de la llamada Trilogía Cósmica, del tipo científico loco más viaje espacial, narra un viaje a Marte, donde conviven en paz y armonía tres especies inteligentes muy diferentes entre sí. El protagonista es un filólogo, lo cual parece un acierto para comunicarse con seres extraterrestres. Los marcianos son tan buenos que resultan vulnerables. El malo es el científico loco. Los marcianos están en sintonía con el bien, mientras que la tierra se alinea con el mal. Es un relato excelente. La segunda novela de la trilogía, un viaje a Venus de 1943, es una evidente transposición de la tentación de Eva de la Biblia. La descripción del planeta Venus es muy interesante, pero la trama canta un poco con tanta Biblia. De momento no he leído el tercero.
La segunda curiosidad es la serie de novelas de este género escritas por Edgar Rice Burroughs (1875-1950), el autor de Tarzán. Incluye un montón de títulos agrupados por series (Marte, Venus, Luna, Pellucidar,…) ingenuas y simples, pero de gran imaginación.
La tercera y última curiosidad es la obra de William Burroughs (1914-1997), el de la Generación Beat, con sus obras de la llamada serie viral: El almuerzo desnudo (1959, el ensayo La revolución electrónica (1970), El lugar de los caminos muertos (1984), etc. En ellas, los humanos o los extraterrestres están afectados del peligroso virus del lenguaje y se enfrentan entre sí para destruirlo. Supone una radical renovación del género, no siempre fácil de leer.
Termina aquí la miniserie (no tan mini) sobre ciencia-ficción. Tan solo queda darle las gracias al autor de la misma (al que además tendré que invitar a unas sidras); decir que además de disfrutar con mi papel de editora, aprendí un montón sobre lo relacionado con la ciencia-ficción y esperar que la experiencia os haya parecido interesante.
Me parece que no os será dificil adivinar quien ocupa el Rincón NO-Musical.
Como me está saliendo un artículo demasiado extenso, dejemos para mejor ocasión la situación de la CF actual y únicamente contaré algunas curiosidades.
La primera es Más allá del planeta silencioso (1938), de C.S. Lewis (1898-1963), historiador y crítico literario, famoso por ser el autor de las Crónicas de Narnia y por ser muy amigo de J.R.R. Tolkien. Se trata de la primera novela de la llamada Trilogía Cósmica, del tipo científico loco más viaje espacial, narra un viaje a Marte, donde conviven en paz y armonía tres especies inteligentes muy diferentes entre sí. El protagonista es un filólogo, lo cual parece un acierto para comunicarse con seres extraterrestres. Los marcianos son tan buenos que resultan vulnerables. El malo es el científico loco. Los marcianos están en sintonía con el bien, mientras que la tierra se alinea con el mal. Es un relato excelente. La segunda novela de la trilogía, un viaje a Venus de 1943, es una evidente transposición de la tentación de Eva de la Biblia. La descripción del planeta Venus es muy interesante, pero la trama canta un poco con tanta Biblia. De momento no he leído el tercero.
La segunda curiosidad es la serie de novelas de este género escritas por Edgar Rice Burroughs (1875-1950), el autor de Tarzán. Incluye un montón de títulos agrupados por series (Marte, Venus, Luna, Pellucidar,…) ingenuas y simples, pero de gran imaginación.
La tercera y última curiosidad es la obra de William Burroughs (1914-1997), el de la Generación Beat, con sus obras de la llamada serie viral: El almuerzo desnudo (1959, el ensayo La revolución electrónica (1970), El lugar de los caminos muertos (1984), etc. En ellas, los humanos o los extraterrestres están afectados del peligroso virus del lenguaje y se enfrentan entre sí para destruirlo. Supone una radical renovación del género, no siempre fácil de leer.
Termina aquí la miniserie (no tan mini) sobre ciencia-ficción. Tan solo queda darle las gracias al autor de la misma (al que además tendré que invitar a unas sidras); decir que además de disfrutar con mi papel de editora, aprendí un montón sobre lo relacionado con la ciencia-ficción y esperar que la experiencia os haya parecido interesante.
Me parece que no os será dificil adivinar quien ocupa el Rincón NO-Musical.
Comentarios
No me resisto a contar una curiosidad.
Los años 40 y 50 se conocen como La Edad de Oro de la CF. Muchos sitúan el momento fundacional de esa Edad en la publicación de un número de la revista Astounding Science Fiction en julio de 1939. Los tres grandes son Clarke, Asimov y Heinlein, pero el propio gran charlatán (Asimov) dice que los mejores son Heinlein, Alfred Elton Van Vogt y... él mismo.
Ese número de Astounding incluía por primera vez en esa publicación un relato de cada uno de los tres: Opinión pública de Asimov, La línea de la vida de Heinlein y Destructor negro de van Vogt.
Clarke no publicó en Astounding hasta 1946.
¡Magnífica idea lo de las sidras!
Nunca hubiera relacionado al compañero de A.Ginsberg en el movimiento Beat con la ciencia ficción..., de William Burroughs se cuenta que mató de un tiro a su mujer cuando imitaba a Guillermo Tell...
felicidades a Lammermoor por invitarte.
Ahí va otra curiosidad.
En la novela Más allá del planeta silencioso, 1938 de Lewis, que me parece deliciosa, el protagonista se encuentra con las tres especies marcianas inteligentes, de aspecto físico bastante desagradable pero de inteligencia y valores éticos extraordinarios. Así toma conciencia de sus propias limitaciones y, a pregunta de un marciano, responde:
-El animal que soy se llama hombre.
Esta frase, en 1938, era revolucionaria. En Estados Unidos te podría llevar a la cárcel. Lewis era un irlándés cristiano. con un pasado juvenil de ateísmo. En su época el darwinismo no había ganado la batalla al creacionismo (¡vaya!, parece que ahora tampoco). Esta frase es una valiente toma de postura. Era un tipo muy, muy culto, (aunque con poca formación científica, estudió Lengua y literatura inglesa en Oxford).
Sólo venía a decir que me alegro de que no esté el bichejo ese, y que se te escapó que muscarea es con m minúscula,; el nombre de la especie va con minúscula.
Yo a C.S. Lewis le conocía (antes de "Narnia") por la peli Tierras de Penumbra, lo reconozco, y para mí siempre será ese pobre que se enamora 15 minutos antes de quedarse viudo.
Yo también había oído de lo que dice Maribel, de que Burrows se quedó pa'llá después de matar a su mujer en ese jueguecito. Bueno, que antes tampoco andaba muy allá, porque si no, hubiera jugado al parchís.
Estoy muy despistada, supongo pero ¿en qué libro se basa El Planeta de los Simios?
la novela "El planeta de los simios"
Por cierto ¡¡también era el autor de El Puente sobre El Río Kwai!!
(de qué cosas se entera uno en los blogs, en-de-vé)
Siento haberte confundido pero como no se hacía referencia a El Planeta de los simios, me apetecía poner algo. Otra película que es buenísima. Y volviendo al autor del libro; vaya dos obras más diferentes (de nuevo vuelvo al cine para decir que la peli con David Niven et all. es un clásico del cine de guerra).
¡Qué mareo con tanto saltar de la literatura al cine!
Y cuándo se afeita? por Dios qué guapo!!
No es por ser petarda (vale, lo soy, pero "porque el mundo me ha hecho así") pero el del Río Kwai es ese actor que una compañera describió a su novio como "el que no es David Niven" y el otro entendió (misteriosamente) que se trataba del maestro Obi Wan Kenobi.
:-)
No eres petarda, sino una cinéfila. Tu amiga lo definía muy bien. Corrijo el patinazo "de cine", ¿me equivoco en lo de que es un películón y un clásico del cine bélico?
Hablando de Charlon Heston descamisado en Ben-Hur tampoco estaba nada mal.
Eso, eso ¡¡Charlton Heston en Ben Hur!!
De hecho, tengo una teoría sobre esa película, y estoy a ver cómo puedo colocarla en mi blog, pero no viene a cuenta de nada.
Yo ya encontré una forma de traer a Paul Newman.
Oye, al final dónde salió Paul Newman? Ya no me acuerdo, y en todo caso, siempre es bueno volver a él...