Hasta ahora nunca se me había ocurrido pensar en cuántos libros compro al año, o si se trata de una compra planificada o fruto de un “pasaba por ahí”. Para salir de dudas y para completar los sistemas de aprovisionamiento de libros y lecturas sobre los que hemos estado hablando, voy a hacer un repaso a mis compras literarias durante el primer semestre del año.
Veamos, las primeras compras fueron de rebajas. En Oviedo, en esa época la librería del Corte Inglés instala una especie de tenderete con “restos de serie” y siempre que paso por allí, doy una “batida” Este año me compré una edición de La Regenta para sustituir a otra edición que era mal-is-ima, por el fabuloso precio de diez euros y Ladrones de Tinta de Mateo-Sagasta, por cinco. En una segunda vuelta adquirí una enciclopedia de jardinería (me gustan las plantas) también por cinco euros y, ya a precio normal, Leer entre líneas, de Cassany. De este autor tengo La Cocina de la Escritura y Afilando el Lapicero; altamente recomendable para quienes les gusta escribir o necesitan hacerlo (ya sabéis, lo de redactar informes, memorias, etc). Me incluyo en ambos grupos.
La siguiente vez iba en busca de un teléfono móvil. Volví a casa sin él pero con tres libros: Derrumbe, de Menéndez Salmón; Mal de Escuela, de Pennac y Tres maestros: Balzac, Dickens y Dostoievsky, de Stefan Zweig. No compré más porque me fui corriendo de la librería (en la que por cierto, jamás tienen los libros que voy buscando aunque ello no me impide salir de allí con algún otro)
El día del libro decidí sacarle partido al 10% de descuento con que las librerías nos agasajan y merqué la Historia del Arte, de Gombrich –tenía ganas de él desde hacía tiempo- y El Mundo de las palabras, de Pinker. Para poner un toque frívolo entre tanta lectura “seria” me llevé Ojos de Jade, una novela policiaca que me había recomendado Alice. También compré Chagrine d’école, para regalar(así que no cuenta).
Pocos días después, intenté comprar el primer libro de Domingo Villar; no lo tenían y tuve que encargarlo pero a cambio encontré The Teacher, del recientemente fallecido Frank McCourt y que llevaba tiempo buscando además de ¿Para qué sirve la literatura?, de Compagnion (Se trata de la misma librería de que os hablé. Y no, no soy masoquista pero es que está en un centro comercial –al que familiarmente denominamos el Cangrejo -muy cercano a casa de mi madre). Al ir a recoger mi reserva, me llamó la atención un título: Cuentos breves para seguir leyendo en el autobús así que también me lo llevé
La playa del ahogado lo compré en Vigo (un pequeño homenaje al autor y al personaje). Quería adquirir además un libro que me había recomendado Homo Libris pero no recordaba el título así que, después de dudar entre varias posibilidades, terminé llevándome La Tregua, que varios habíais mencionado tras la muerte de Benedetti.
Compré “por poderes” (se los encargo a Ismael para que los pida él en Amazón) Evolution for everyone, de David Sloan Wilson, recomendado por Coqui y Teach with your heart, sugerido por Ale, a raíz de sus comentarios en El Biblioburro
Tengo la sensación de que mis compras se rigen por una mezcla del pasaba por ahí con la premeditación y alevosía. Y vosotros ¿qué habitos de consumo tenéis? (parezco del CIS) ¿Os dejais llevar por la Atracción fatal del título? ¿Salís a la caza y captura de un libro en concreto? ¿Practicáis la compra por internet o preferís perderos por las librerías? ¡Contad, contad!
Tengo que editar la entrada porque me acabo de dar cuenta de que con tanto shopping se me había olvidado el rincón musical. Aquí os dejo esta Bookshop Cassanova
Veamos, las primeras compras fueron de rebajas. En Oviedo, en esa época la librería del Corte Inglés instala una especie de tenderete con “restos de serie” y siempre que paso por allí, doy una “batida” Este año me compré una edición de La Regenta para sustituir a otra edición que era mal-is-ima, por el fabuloso precio de diez euros y Ladrones de Tinta de Mateo-Sagasta, por cinco. En una segunda vuelta adquirí una enciclopedia de jardinería (me gustan las plantas) también por cinco euros y, ya a precio normal, Leer entre líneas, de Cassany. De este autor tengo La Cocina de la Escritura y Afilando el Lapicero; altamente recomendable para quienes les gusta escribir o necesitan hacerlo (ya sabéis, lo de redactar informes, memorias, etc). Me incluyo en ambos grupos.
La siguiente vez iba en busca de un teléfono móvil. Volví a casa sin él pero con tres libros: Derrumbe, de Menéndez Salmón; Mal de Escuela, de Pennac y Tres maestros: Balzac, Dickens y Dostoievsky, de Stefan Zweig. No compré más porque me fui corriendo de la librería (en la que por cierto, jamás tienen los libros que voy buscando aunque ello no me impide salir de allí con algún otro)
El día del libro decidí sacarle partido al 10% de descuento con que las librerías nos agasajan y merqué la Historia del Arte, de Gombrich –tenía ganas de él desde hacía tiempo- y El Mundo de las palabras, de Pinker. Para poner un toque frívolo entre tanta lectura “seria” me llevé Ojos de Jade, una novela policiaca que me había recomendado Alice. También compré Chagrine d’école, para regalar(así que no cuenta).
Pocos días después, intenté comprar el primer libro de Domingo Villar; no lo tenían y tuve que encargarlo pero a cambio encontré The Teacher, del recientemente fallecido Frank McCourt y que llevaba tiempo buscando además de ¿Para qué sirve la literatura?, de Compagnion (Se trata de la misma librería de que os hablé. Y no, no soy masoquista pero es que está en un centro comercial –al que familiarmente denominamos el Cangrejo -muy cercano a casa de mi madre). Al ir a recoger mi reserva, me llamó la atención un título: Cuentos breves para seguir leyendo en el autobús así que también me lo llevé
La playa del ahogado lo compré en Vigo (un pequeño homenaje al autor y al personaje). Quería adquirir además un libro que me había recomendado Homo Libris pero no recordaba el título así que, después de dudar entre varias posibilidades, terminé llevándome La Tregua, que varios habíais mencionado tras la muerte de Benedetti.
Compré “por poderes” (se los encargo a Ismael para que los pida él en Amazón) Evolution for everyone, de David Sloan Wilson, recomendado por Coqui y Teach with your heart, sugerido por Ale, a raíz de sus comentarios en El Biblioburro
Tengo la sensación de que mis compras se rigen por una mezcla del pasaba por ahí con la premeditación y alevosía. Y vosotros ¿qué habitos de consumo tenéis? (parezco del CIS) ¿Os dejais llevar por la Atracción fatal del título? ¿Salís a la caza y captura de un libro en concreto? ¿Practicáis la compra por internet o preferís perderos por las librerías? ¡Contad, contad!
Tengo que editar la entrada porque me acabo de dar cuenta de que con tanto shopping se me había olvidado el rincón musical. Aquí os dejo esta Bookshop Cassanova
Comentarios
Hace años compraba con mucha frecuencia los libros de oferta del Vips (a 300 ptas y precios así) y me llevé cada cosa....
Pero he regalado 2 veces "el corazón helado" de Almudena grandes este primer semestre, y "Tristam Shandy" a una amiga. Vamos, que cuando compro, compro de dos en dos ;)
Una vez me hice del círculo pero me borré porque así obligada no me sale comprar; y nunca he comprado nada por internet (ni libros ni nada). Además yo no me puedo perder en ninguna librería porque aquí en León son minúsculas y cuando piensas que te has perdido es porque ya saliste y estás en la calle!! jajaja
En internet he comprado dos veces, la primera dos libros de Massimo Carloto que no encontraba y la segunda fue "Tristram Shandy" para el grupo de lectura de Bibliolandia.
Normalmente suelo ir a la librería segura del libro que voy a comprar, que por mis gustos es de novela negra o policiaca, y muchas veces me pasa que me llevo el que quería y alguno más que llama mi atención por el título o por la cubierta.
En otras ocasiones entro en la librería porque pasaba por allí y me apetece echar una ojeada por si hay alguna novedad que se me haya despistado y entonces también salgo con algún libro bajo el brazo. Es entonces cuando me siento un poco culpable porque pienso que no voy a tener tiempo para leer tanto libro pero la culpabilidad se me pasa enseguida, en cuanto llego a casa y saco el libro de la bolsa, lo ojeo, lo huelo y lo coloco en la mesa de pendientes con el firme propósito de leerlo pronto.
Un abrazo.
Nunca voy buscando algo concreto y pocas veces salgo cargada. Normalmente con la excusa de sacar al perro arrastro a mi novio hasta la librería de segunda mano y los dejo a los dos fuera mientras husmeo por las "novedades". La última vez el vendedor (que ya me conoce) me dijo que podía entrar con Romeo en brazos, así que se me acaban las excusas para no pasar por allí siempre que salgo sola. De vuelta a casa tengo dos librerías más en el camino (de la tentación), así que... tengo al diablo viviendo demasiado cerca.
También compro esporádicamente en internet, ya sea a península, amazon o abebooks. Vivir en una isla tiene a veces sus limitaciones.
Voy a un centro comercial a hacer un pago...y termino en la librería. Voy a hacer pilates y como cerca está otra librería, termino en ella. Voy de vacaciones a USA y me estoy horas dentro de un barnes and noble, o borders (maravillosas librerías). Compro libros por internet, a amazon o casa del libro. Nunca de los nuncas han dejado de llegar los libros a mi casa (el correo jamás de los jamases se roba un libro...otras cosas pue'que...pero un libro NUNCA).
Antes de la libreta (el plan infinito) entraba yo y compraba lo que me dictaba el instinto lector. Después, llevo anotado algún libro que busco, y si lo tienen salgo con ese y con lo que me haya llamado la atención. Nunca he salido con un solo libro.
Hace un tiempo me propuse no comprar libros hasta que leyera todos los que tengo pendientes. Creo que aguanté como un mes. Pero tenía yo todos los síntomas de la abstención: me temblaban las manos, tenía naúseas y todo eso cad que pasaba por una librería y no podía entrar.
Que cosas...estoy pensando que voy a volver a hacerlo porque de verdad me ha dado miedo lo que escribí. Upsss...
Isi, me pasa lo que a ti. También fui del Circulo pero terminé dándome de baja; no soporto tener que comprar obligatoriamente cada dos meses. Y tampoco encontraba tantos libros que me apeteciera tener. Eso sí, después de darme de baja, le pedí a Victoria que me comprara libros en dos o tres ocasiones (mira, otra vez comprando por poderes)
Respecto a las librerías, la verdad es que en Oviedo las tenemos bastante buenas y de todos los tamaños. La que menos me convence –encuentro su fondo muy limitado- es la que hay en el Calatrava (el centro comercial al que me refería). Eso sí, los chicos que están en ella son encantadores.
Lucía, yo soy bastante anárquica. Igual estoy tres o cuatro meses sin comprar un libro y de repente me compro cinco de una vez. De vez en cuando voy a la FNAC pero también compro en Ojanguren y Polledo; en Cervantes, muy poco. Incluso en el Carrefour –Frankenstein, Drácula y El Perfume son libros que me compré allí.
¿Eres de Oviedo? A ver si además de sentido de culpabilidad compartimos lugar de residencia.
Elwen, tu librero (de viejo) debe ser un encanto o tu muy buena clienta. La verdad es que no suelo frecuentar este tipo de librerías pero me habéis abierto las ganas. ¡Tendré que indagar! En Oviedo había una y me parece que en Avilés hay otra. ¡Ya os contaré!
Ale, esa misma promesa –no comprar más libros hasta haber leído los que tengo pendientes- la hice y la rompí “cienes y cienes” de veces. Ahora me limito a intentar no pasar demasiado a menudo cerca de una librería. ¡Me has hecho reír!
Yo no suelo comprar libros, prefiero sacarlos de la biblioteca o cogérselos a un amigo. Sólo compro libros para regalarlos.
Un saludo.
A mí me da vergüenza hablar (o pensar) en mis hábitos de comprador de libros. Porque se me juntan todos los vicios: compro de forma casi compulsiva si encuentro un libro que me llame la atención, lo hojeo y me gusta; de forma planificada cuando algún otro, por recomendación, por encontrarlo en uno de vuestros blogs, por leer sobre él, llega atraerme, momento en el cual lo inscribo en mi lista de pendientes de buscar para comprarlo a la menor oportunidad (en la librería habitual, por Internet, cuando me lo encuentro por ahí). A Círculo pertenezco desde hace... unos 20 años. Sí, hay que comprar cada 2 meses, pero es que cada 2 meses he comprado tantos libros que siempre encuentro uno más, a buen precio y bien encuadernado, que me guste. Librerías nuevas, de segunda mano (me gusta más llamarlas "de viejo"), ferias del libro... Novela, ensayo, teatro, poesía, bolsilibros...
Soy adicto, lo sé. Antes compraba muchos, ahora más. Como os decía, la biblioteca me cae lejos y, lo que es peor, con horarios laborales draconianos, me es muy difícil mantener el ritmo al sacar libros y leerlos que quisiera. Y compro más. Con el eReader esperaba detener esta compulsión devoradora de libros, pero no sé si se acrecienta.
Eso sí, tengo pocos vicios más, y creo que ninguno tan oneroso como este...
Pero lo confieso, soy un bibliómano.
¿cómo que te ha dado risa? pero ¡eso no se le hace a un adicto!!!!. ;-)
Debí comenzar mi entrada como Homo Libris...tal cual...presentándome como los de AA (por cierto, ¡buenísimo comentario Homo Libris, la falta de aburrimiento no ha mermado ni la originalidad ni la creatividad ehhh )
Hilario:
no se si iba para mí (pero bien que me pongo el saco jijiji) en mi defensa puedo decir que sólo compro de tal manera libros. Ni zapatos, ni ropa, ni joyas, ni perfumes...
Nombre, y ni les platico como me va en la FIL. Un año compré 50 libros...con eso les digo todo. Y luego me digo a mi misma "pero si los leo...así que no importa mucho...malo si no los leyera" o sea, me trato de convencer a mi misma que tengo esto bajo control. Típico de la adicción.
¡A ver que te parece El Chino! Por cierto, ya me leí el tercer libro de Larsson. ¡Ya os comentaré!
Estodevivir, tu lo has dicho ¡Qué vicio!
Hilario, ¿tú nunca te has dejado llevar por un impulso? En mi caso -y ya no hablo de libros- han sido mis mejores compras.
Homo Libris, también yo soy adicta. Prueba de ello es que ayer fuí a buscar Tristam Shandy (aún estoy en esa fase) salí de allí sin él (van a encargármelo; a ver si lo consigo la próxima semana) pero con tres libros que me recomendó mi librera: Adios, Shangai (según ella, muy duro pero magnífico); Una lectora nada común (Porque había preguntado por otro libro sobre la lectura) y una novela de Fred Vargas (no tenían el de Asimov, que se me resiste).
¡Si es que no puedo acercarme a menos de 300 mtrs. de una librería!
Ale, perdoname pero es que me sentí identificada. Mira lo que me pasó ayer; lo peor, es que salí con algún otro título en la cabeza.
Y ahora que hablas de la FIL, recuerdo que le comentaste a R que cuando vas a la feria te llevas una maleta con ruedas. ¡Si es que eres mundial!
¿Tendremos que apuntarnos a un programa de rehabilitación?
Soy, por deformación profesional, compradora compulsiva de libros. Vamos, un absoluto y terrible desastre. Tengo siempre una lista de libros preparada con los títulos que me quiero comprar y que nunca llego a terminar porque, antes de seguirla al pie de la letra, me acabo comprando un nuevo libro que ha llegado a mi librería y que me parece apasionante, o entro en la "competencia" y me compro otros que veo de oferta y que a nosotros no nos llegan, etc. Luego compro por internet, descatalogados y en inglés, básicamente. Y así, se me van acumulando en casa y compruebo con horror que, por mucho que leo, siempre hay un montón de libros que no me he leído en casa. Lo cual no me impide ir a la biblioteca a pispar y cogerme un par o tres de préstamo... O hacer lo mismo en mi librería, en lo que llamamos préstamo para formación. Y luego acabo comprándome los libros de préstamo que he leído y me han enamorado... Vamos, un caos cultural que encima me llevará a la ruina más absoluta. ^^
¡Un saludo!
Me encanta la librería anticuaria que hay al lado del Campillín, aunque hace mucho que no voy por los horarios de trabajo, eso sí, la última vez me lleve 6 libros de golpe.
Tampoco he comprado en Bertrand, en Ojanguren sí y en Polledo creo que solo una vez.
Mi problema es que además de ser adicta a la compra de libros lo soy también a la compra de discos, por lo que el Fnac me viene muy bien porque mato dos pájaros de un tiro. Además ya sabes que comprar discos en Oviedo está difícil, solo tenemos el Corte Inglés, y han reducido la sección considerablemente.
Un abrazo.
Lammermoor, yo también me he dejado llevar por impulsos, pero en contadísimas ocasiones. Mis hermanos siempre me han llamado rácano.
Homo libris, ¿vienes a Valencia? Espero que te lo pases bien en esta estupenda ciudad donde vivo. Aquí hace un calor impresionante, así que ven con ropa ligera.
¿También tu puedes leer libros antes de que se publiquen? Ayer me comentaba la librera que estaba leyendo libro que Libros del Asteroide publicará en octubre y que está muy bien ¡Qué envidia!
Espero que sigas viniendo por aquí
Lucía, la librera de Polledo es un encanto. De ella hablo en el adjunto que rescataré tras las vacaciones. Precisamente allí estuve ayer y de paso estuvimos hablando de libros. ¡Esto ya es regodearse en el vicio!
El libro que busco es El club de los viudos negros. ¿Alguna sugerencia?
Homo Libris, ¡las listas de la compra! Otro tema para divagar.
Hilario, quizá la virtud esté en un término medio. Tengo que reconocer que soy un poco (solo un poco) gastiza.
Lo más fuerte fue un año que me fuí con dos amigas de rebajas a Madrid, las abandoné, me compré un libro y las esperé en un bar, a partir de aquel hecho ya no han querido venir conmigo de compras jamás jejeje.
Teresa
***
Lammermoor, me ha llamado la atención la relación de confianza que tienes con tu librera.
Algún día postearé algo que se titule Shopping libresco. Antes tengo que superar ciertos reparos a la hora de contar un par de anécdotas que, leyendo vuestros comentarios, intuyo sabrán comprender (música de misterio).
Saludos,
R.
¡Uf! Lo vas a tener difícil. Tengo los tres de los Viudos Negros, el problema es que el primero se lo dejé a mi primo hace como dos años y todavía no me lo ha devuelto.
Le voy a llamar mañana por teléfono a ver si lo recupero, si es así te lo presto. De momento te ofrezco los dos siguientes. Si te animas dime un correo para que charlemos de cómo quedar.
Un abrazo.
R, la verdad es que tampoco yo quiero curarme de mi adicción. Pero la verdad es que a veces... fijate ayer me fui sin los que había ido a buscar y sin siquiera comprar otros que estan en mi lista de la compra.
En cuanto a la librera, ya sabreis más de ella en septiembre, cuando recupere el adjunto.
Esperamos ansiosos tu post sobre el shopping libresco.
Lucía, ¿De verdad me dejas los libros? Puedes enviarme un correo al que figura en el blog delibroenlibro@gmail.com. Este fin de semana estaré fuera de cobertura pero el lunes volveré a estar conectada.
¡Genial!
Besos y abrazos para todos y disfrutad del fin de semana.
Besos.
¡Un abrazo!
Carmina, bienvenida al grupo de "no rehabilitación" de adictos a los libros. Prefiero no llevar la cuenta de los libros que tengo aún sin leer. Este año estoy leyendo algunos que había comprado el año pasado.
Belle Dame, la verdad es que no compro de manera habitual en tu libería pero a partir de ahora la veré con otros ojos.
Loquemeahorro, ¿no habías oido nunca esa palabra? A mí me la dicen continuamente.
Va a ser verdad la teoría de mi sobrina de que en mi casa (entíendase familia y allegados) utilizamos un lenguaje particular.
Ah; si hay libros de gran formato( de arte, geografía, países etc) también los ojeo por ejemplo en Cervantes, y en Madrid en casi todos los VIPS y a menudo con buen precio.
Por cierto veo que muchos hemos sido del Circulo y luego nos borramos por pesados. De todas formas mi agradecimiento eterno al Circulo por escubrirme a MAnkel y al Inspector Wallander
Hablar de compras me ha hecho decirme: me voy corriendo a la libreria más cercana a ver que cae.
r