¡Vuelva usted mañana!

Hoy es el bicentenario del nacimiento de Larra y quiero rendirle mi particular homenaje. Sí seguís este blog habréis notado mi costumbre de relacionar los libros que leo con otros que ya leí. Mientras preparaba esta entrada me volvió a pasar: iba hojeando los artículos (en una edición de Espasa-Calpe; colección Clásicos Castellanos) y los iba asociando con otros títulos.
Comencé, ¡cómo no!, por el que da título a la entrada y es uno de los más conocidos -lo que no es lo mismo que leído-, Vuelva usted mañana. Durante mucho tiempo fue la imagen de la administración española. Y lo asocio a Miau, de Pérez Galdós; otra lectura obligatoria que fue una sorpresa. Empezé a leerlo con la prevención que nos suelen generar las lecturas impuestas y en cambio, me gustó muchísimo. En este libro se refleja de una forma magnífica la realidad de lo que era la administración española en el periodo de entresiglos y la figura del cesante.
Seguí ojeando y me paré en El Mundo todo es Máscaras (todo el año es carnaval). Un nuevo click y .... El diablo cojuelo. No se si habéis leído algo de novela picaresca -además del Lazarillo en el colegio o el instituto. Os recomendaría que probaseis a leerla, os sorprenderíais. Por cierto, acabo de terminar Tigre Blanco, de Aravind Adiga y me recordaba un poco al Lazarillo (un pícaro, en este caso un criado, contándole a alguien su vida). Si os apetece leer sobre la India actual, os la recomiendo.
Luego ya dejé el libro y me puse a pensar en el propio Larra. Me acordé de un personaje literario que me parece un reflejo del autor: El joven Werther. Antes, mi mente se había ido hacia Pío Baroja -encuentro en ambos ese sentimiento de "me duele España" y "todo está mal, nada tiene remedio"-; de él, salté a El arbol de la ciencia. Continúo divagando para deciros que por ese mismo motivo, asocio a Baroja con Saramago ¡Cuánto pesimismo!
Las viñetas elegidas para ilustrar esta entrada son fruto también de mi costumbre de relacionar a unos con otros: si el Vuelva usted Mañana se identificó con la administración española durante muchos años, ¿quién mejor que Forges para ironizar sobre la figura del funcionario?
¿Sabíais que Larra fue crítico de ópera? Por ese motivo, María Callas ocupa el rincón musical con La Sonnambula
P.D: Sobre la vida y obra de Larra encontraréis estos días un montón de artículos. Yo preferí hacerle un homenaje a mi manera

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
(Escribo el comentario mientras escucho a María Callas)
Si no hubiera sido por las lecturas obligatorias que nos imponían nuestros profes (recuerdo especialmente a dos, una por desagradable y a otro por todo lo contrario: todas estábamos enamoradas de él)no hubiéramos llegado a Larra ni a Galdós. Del artículo del primero solo recuerdo el conjunto, hace tantos años; Miau lo leí hace menos años. Me gustó mucho. Efectivamente Galdós es el prototipo de autor que no parece gustar y sin embargo engaña. Además de entretenido es muy actual. Lo reeleré un año de estos.
LESCAUT
lammermoor ha dicho que…
No puedes negar tu defensa de las lecturas obligatorias. Está claro que si no fuera por ellas no habríamos conocido o leído a determinados autores. Pero, tal como decía en Deshaciendo lectores, para mí el problema está en la forma de acercarse a ellas; no debería ser la simpe obligatoriedad, que provoca rechazo,sino desde la cercanía, la curiosidad, el descubrimiento.
No es un problema de fondo sino de forma.
Ismael ha dicho que…
Como homenaje a Larra, sí que es original, ¡una auténtica divagación! :-) es una manera de acercarse diferente.
Sobre las lecturas oligatorias, siempre se encuentra uno de todo, así que a mí me parece bien que existan. Puede gustarte o no, pero al menos lo conoces. Lo que sí debería plantearse, previamente, es la enseñanza de cómo leer, cómo acercarse a los textos, cómo entenderlos. Leer, naturalmente, no es pasar la vista sobre un escrito, sino poner todos los sentidos en la interpretación de lo que leemos. Ese es el aprendizaje previo que suele echarse en falta...

Ismael
Maribel ha dicho que…
Como siempre me miro en tu espejo.
Me gustan los libros que hablan de libros, me gusta como dice Ismael, cómo divagas de un libro a otro a partir de Larra; tengo que decir que venía a este post en busca de Saramago(buscando en tu archivo)y me encuentro con Goethe, Baroja, Galdós.. es como una caja de Pandora.
"Todos los nombres" de Saramago encaja en este homenaje a Larra.Volveré mañana!
lammermoor ha dicho que…
Hola, Maribel. Efectivamente, "Todos los nombres" podría haber encajado aquí. ¡No se me ocurrió! Lo asocio a otra posible divagación que no sé si verá la luz y a otros libros, entre los que se encuentra uno de una autora que creo que a tí también te gusta: Carmen Martín Gaite.
loquemeahorro ha dicho que…
¡Anda si sale aquí el de los caramelos! :-)

Como sabes, soy la pesadita número 1 de Galdós, sin embargo nunca he conseguido leerme más que algún capítulo de Larra.
lammermoor ha dicho que…
Loque, de Larra tan solo leí los artículos.
¡El de los caramelos tenía demasiado tiempo libre!
Y Galdós es un magnífico escritor. Después de leer Miau, decidí hacer caso a ese profesor e ir leyendo toda su obra. ¡En ello estoy!