Jardines Olvidados

   He comprobado en persona  que no tiene nada que ver visitar un lugar  guiados de la mano de alguien que es natural o residente en él. Vas a  sitios a los que  un turista normal no suele ir y eso te hace percibir el lugar de una forma diferente. Por eso os traigo una propuesta que no creo que encontréis en las guías sobre Asturias; se trata de una ruta por jardines asturianos que yo misma voy  a llevar a cabo este verano.

Jardines de la Rodriga

Los Jardines de la Rodriga son los grandes olvidados de los parques ovetenses; las operaciones inmobiliarias los dejaron aislados entre el Seminario y la calle Campomanes. Reconozco que a pesar de vivir en Oviedo tengo un recuerdo bastante lejano de este parque así que me he propuesto visitarlo tan pronto como pueda.

Fuente en el extremo del Paseo del Bombé

Es curioso que a pesar de ese relativo desconocimiento, esté bastante próximo a otros parques emblemáticos de la ciudad: el Campillín y el Parque del Oeste y no demasiado lejos del Campo San Francisco. Este último se llama así ya que en esos terrenos hubo un convento franciscano. Aunque tiene interés desde el punto de vista botánico y arquitectónico yo os invito a que os sentéis en uno de sus bancos, en la zona de la rosaleda o en el paseo del Bombé a disfrutar del sol mientras coméis uno de los riquísimos helados de turrón de Diego Verdú, que podéis comprar en el quiosco que tienen en el paseo de los Álamos.

Parque del Marqués de Ferrera

Dejamos Oviedo para dirigirnos al segundo punto de la ruta: Avilés. Allí se encuentra el Parque de Ferrera. Propiedad durante siglos de los marqueses de Ferrera es ahora el principal parque municipal avilesino y puede que uno de los más grandes de Asturias. El antiguo palacio de los marqueses, en la plaza de España, se ha convertido ahora en un hotel.

 También merece destacarse aunque ahora se encuentre un poco abandonado, el parque del muelle . Construido a principios del S.XX  en terrenos ganados a la ría; su quiosco de música posiblemente sea el más bonito de todos los que se conservan en Asturias. Frente a él, al otro lado de la ría está el “Niemeyer”, al que los avilesinos han bautizado como la chincheta. Y ya que estáis en esta villa pequeñina y galana, como dice la canción, os aconsejo que deis un paseo por ella; merece la pena.

jardines de los Selgas

Seguimos ruta hacia Cudillero, más exactamente a El Pito donde se encuentra el Palacio de los Selgas y sus jardines. Fortunato de Selgas fue un empresario pixueto (natural de Cudillero) que construyó, además de  la residencia familiar, las escuelas (de los Selgas) o la iglesia. Precisamente este verano tendrá lugar allí la exposición Luis Meléndez. Bodegones para el Príncipe de Asturias, organizada por el Museo del Prado así que podéis aprovechar la ocasión.

Jardín Botánico de Luarca

Desde Cudillero (porque habréis bajado a este precioso pueblo pesquero) ponemos rumbo a nuestro último punto de la ruta. El jardín botánico de El Chano, en Luarca. De ellos poco os puedo decir, excepto que me enteré de su existencia hace apenas tres meses –una vergüenza ya que veraneo a media hora de distancia y todos los veranos me acerco a Luarca al menos un par de veces- También es de propiedad privada por lo que para visitarlo tendréis que concertar una cita. Lo mejor ponerse en contacto con la oficina municipal de turismo de Luarca

Y como con tanta visita y paseo seguro que tenéis hambre, la próxima entrada la dedicaré a la gastronomía.

El rincón musical por supuesto que tiene que ser asturiano 

(Las fotos están sacadas de Internet)