Supe de Rosa Ribas y su detective Cornelia Weber Tejedor, como de tantos otros autores, por Alice Silver. Desde que leí su entrada la puse en mi punto de lectura pero no fue hasta ahora que pude encontrar (más bien hacer) el hueco para leerla.
Tras acabar Entre dos aguas tengo que darle la razón a Natalia D, quién decía en un comentario que si en lugar de Rosa Ribas se llamara Rosa Ribersson estaría en todos los mostradores y expositores de las librerías patrias.
Aunque se trata de una novela policiaca –inicia la saga de la comisaria Cornelia Weber- el peso que tiene la trama detectivesca en el libro es secundaria. Cuando lo leáis, o quienes lo hayáis hecho, os daréis cuenta de que es como un reverso de lo que suele suceder en los libros policiacos.
Lo habitual es que el caso a resolver esté en primer lugar y en un segundo plano, la vida de la comisaría –relaciones con compañeros, el jefe, …-Aquí es al contrario, pasamos más tiempo con Cornelia en la comisaría o en su vida personal que haciendo trabajo de campo.
Y ya que hablamos de la comisaría: Matthias Ockenfeld, el jefe, me recordó al vicequestore Patta, el jefe de Brunetti. No podemos dejar de lado al forense, el Goethe de la policía criminal, que -aquí si mantiene la tónica habitual- se lleva bien con nuestra comisaria y tiene un sentido del humor algo negro. En cuanto al apodo, se lo pusieron porque escribe poemas en las escenas de los crímenes.
Toca ahora hablar de la protagonista. Me parece estupenda la forma que tiene Rosa Ribas de describírnosla, de forma sutil. Sabemos de su carácter hipocondriaco no porque lo confiese o alguien lo comente sino por detalles indirectos, como sus pensamientos cuando se encuentra con el forense en la escena del crimen; o cuando en casa, intenta no perderse un programa de radio –pensamos que por la música pero en realidad es porque están hablando de cómo prevenir los ataques de apoplejía.
Cornelia, con la colaboración de Fischer y Müller tendrá que investigar el asesinato de Marcelino Soto, integrante de la colonia española en Francfort. Eso hará que se encuentre entre “dos aguas” –por un lado ella pertenece a esa colonia, o al menos su madre, quién siempre le recrimina que olvida el Tejedor al dar su nombre; por otro es una policía alemana- La madre es todo un personaje; me recordaba Doctor´s Diary, una serie alemana donde la madre de la protagonista –como la de Cornelia- no le toma en serio como doctora
Investigar ese caso hará que la comisaria se enfrente a recuerdos que tiene olvidados y quiere que sigan así. Eso nos hace preguntarnos ¿qué le llevó a elegir la nacionalidad alemana al cumplir los dieciocho años? ¿Por qué, como su madre le echa en cara a veces, no quiere saber nada de esa colonia o ese pasado?
La novela nos acerca al mundo de la emigración y sus contradicciones. Por una parte tenemos la colonia española; unos tuvieron que huir de España por cuestiones políticas y otros, como la madre de Cornelia, en busca de trabajo. Mantienen sus raíces españolas – se relacionan entre sí, tienen su centro cultural (ACHA –me vino a la mente el Centro Asturiano de Bruselas), incluso tienen tiendas donde pueden comprar productos españoles –Lejía Conejo o galletas Reglero, por ejemplo.
A pesar de aferrarse de este modo a su pasado español, lo cierto es que se encuentran entre dos aguas (el título está magistralmente escogido) ; si volvieran a su lugar de origen, serían extraños y aquí tampoco están integrados por completo - El capítulo dedicado a Regino Martinez explica perfectamente esto.
Pero habla además de la nueva emigración; la de los turcos o , sobre todo mujeres, eslavos. Estas últimas tienen tan solo dos salidas laborales: el servicio doméstico (el autobús de las chachas) o la prostitución. Para tratar este tema, incluye dos subtramas –un caso en que le piden colaboración y otro que le es impuesto por su jefe.
Me dejo en el tintero al Robert de Niro sacerdotal, o los toques de humor -el episodio con el mendigo o I love Homer, un capítulo que está genial y en el que Rosa nos engaña completamente. Pero casi mejor os recomiendo que lo leáis; amantes o no del género policiaco, estoy segura de que lo disfrutaréis
El Rincón Musical, lo mismo que el mendigo, le canta a Cornelia: Congratulations
Tras acabar Entre dos aguas tengo que darle la razón a Natalia D, quién decía en un comentario que si en lugar de Rosa Ribas se llamara Rosa Ribersson estaría en todos los mostradores y expositores de las librerías patrias.
Aunque se trata de una novela policiaca –inicia la saga de la comisaria Cornelia Weber- el peso que tiene la trama detectivesca en el libro es secundaria. Cuando lo leáis, o quienes lo hayáis hecho, os daréis cuenta de que es como un reverso de lo que suele suceder en los libros policiacos.
Lo habitual es que el caso a resolver esté en primer lugar y en un segundo plano, la vida de la comisaría –relaciones con compañeros, el jefe, …-Aquí es al contrario, pasamos más tiempo con Cornelia en la comisaría o en su vida personal que haciendo trabajo de campo.
Y ya que hablamos de la comisaría: Matthias Ockenfeld, el jefe, me recordó al vicequestore Patta, el jefe de Brunetti. No podemos dejar de lado al forense, el Goethe de la policía criminal, que -aquí si mantiene la tónica habitual- se lleva bien con nuestra comisaria y tiene un sentido del humor algo negro. En cuanto al apodo, se lo pusieron porque escribe poemas en las escenas de los crímenes.
Toca ahora hablar de la protagonista. Me parece estupenda la forma que tiene Rosa Ribas de describírnosla, de forma sutil. Sabemos de su carácter hipocondriaco no porque lo confiese o alguien lo comente sino por detalles indirectos, como sus pensamientos cuando se encuentra con el forense en la escena del crimen; o cuando en casa, intenta no perderse un programa de radio –pensamos que por la música pero en realidad es porque están hablando de cómo prevenir los ataques de apoplejía.
Cornelia, con la colaboración de Fischer y Müller tendrá que investigar el asesinato de Marcelino Soto, integrante de la colonia española en Francfort. Eso hará que se encuentre entre “dos aguas” –por un lado ella pertenece a esa colonia, o al menos su madre, quién siempre le recrimina que olvida el Tejedor al dar su nombre; por otro es una policía alemana- La madre es todo un personaje; me recordaba Doctor´s Diary, una serie alemana donde la madre de la protagonista –como la de Cornelia- no le toma en serio como doctora
Investigar ese caso hará que la comisaria se enfrente a recuerdos que tiene olvidados y quiere que sigan así. Eso nos hace preguntarnos ¿qué le llevó a elegir la nacionalidad alemana al cumplir los dieciocho años? ¿Por qué, como su madre le echa en cara a veces, no quiere saber nada de esa colonia o ese pasado?
La novela nos acerca al mundo de la emigración y sus contradicciones. Por una parte tenemos la colonia española; unos tuvieron que huir de España por cuestiones políticas y otros, como la madre de Cornelia, en busca de trabajo. Mantienen sus raíces españolas – se relacionan entre sí, tienen su centro cultural (ACHA –me vino a la mente el Centro Asturiano de Bruselas), incluso tienen tiendas donde pueden comprar productos españoles –Lejía Conejo o galletas Reglero, por ejemplo.
A pesar de aferrarse de este modo a su pasado español, lo cierto es que se encuentran entre dos aguas (el título está magistralmente escogido) ; si volvieran a su lugar de origen, serían extraños y aquí tampoco están integrados por completo - El capítulo dedicado a Regino Martinez explica perfectamente esto.
Pero habla además de la nueva emigración; la de los turcos o , sobre todo mujeres, eslavos. Estas últimas tienen tan solo dos salidas laborales: el servicio doméstico (el autobús de las chachas) o la prostitución. Para tratar este tema, incluye dos subtramas –un caso en que le piden colaboración y otro que le es impuesto por su jefe.
Me dejo en el tintero al Robert de Niro sacerdotal, o los toques de humor -el episodio con el mendigo o I love Homer, un capítulo que está genial y en el que Rosa nos engaña completamente. Pero casi mejor os recomiendo que lo leáis; amantes o no del género policiaco, estoy segura de que lo disfrutaréis
El Rincón Musical, lo mismo que el mendigo, le canta a Cornelia: Congratulations
Comentarios
Yo ya estoy con el tercero En caída libre disfrutando el reencuentro con la protagonista que en esta ocasión se infiltra como señora de la limpieza en el aeropuerto de Francfórt.
Muchas gracias por los enlaces y por anunciar la presentación ¡nos vemos!
Una anecdotilla por si le interesa a alguien. Me acababa de terminar Ana Karénina y le pregunté a Alice Silver qué me podía leer después:
- Quiero algo que esté bien escrito pero que sea ligerito para descansar un poco.
- Entre dos aguas. Ligero y bien escrito.
Bingo y no era fácil.
También me apetece El Pintor de Flandes (que además me viene vien para uan entrada que tengo pensada)
En cuanto a los enlaces y el anuncio, era obligado. ¡Nos vemos!
Hola, Masteatro pues si que lo es. Es de esos que dices ¡Quiero más!
Elena aunque no es una desconocida me parece que fuera del círculo "negro" se la conoce poco. El tema de la emigración y lso problemas de convivencia/integración (des) está muy bien tratado.
Loque las novelas policiacas siempre me sirvieron de "desengrasante"., pero como bien dices, eso no implica que no les pida que estén bien escritas.
Elwen como le comentaba a Isabel, aún no suena demasiado fuera del círculo del género. Sin embargo esta novela acaba de publciarse en bolsillo -creo que en Booket- así que en breve podrás conseguirla ;)
Te aseguro que el problema de la emigración está muy bien tratado y el libro tiene su toque de humor.
Natalia tan solo he leído este (de momento) pero pienso seguir con los demás. Además, por lo que me cuenta Alice, la autora parece muy maja.
Pues sí, parece que por fin nos vamos a conocer "en persona, personalmente" :)
Qué pena, estaré en Madrid justo la semana siguiente.
Un abrazo
Filias
No te creas, que si atiendo a mis finanzas no debería ir a Madrid. Pero es que tengo muchísimas ganas de conocer a esta escritora en persona (también a Domingo Villar)